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Experiencias de voluntariado en el Sur que tocan la vida para siempre

Josetxo Ordóñez nos habla del Voluntariado Pedro Arrupe (VOLPA Intermón Catalunya)

Junio 04/Joan Andreu Parra/A l'acció social

Nombre actividad / entidad: Voluntariado Pedro Arrupe (VOLPA Intermón Cataluña)

Localización: Barcelona.

Descripción: En 1995 nació VOLPA Cataluña (Voluntariado Pedro Arrupe), un proyecto de los Jesuitas de Cataluña dentro de una red estatal de otros VOLPA. El objetivo era dar respuesta a la demanda de personas en búsqueda de voluntariado internacional de larga duración, con experiencias a partir de dos años. A partir de 2013, VOLPA Cataluña inició un proceso de integración como programa de voluntariado internacional de Oxfam Intermón Cataluña.

Cada mes de enero VOLPA convoca un Curso de Formación en Voluntariado Social Internacional, que dura 6 meses y que tiene la virtud de dar herramientas teóricas y críticas de las relaciones dentro de la globalización y por otro lado, ofrecer un espacio personal y comunitario de discernimiento sobre la propia misión y la vocación personales, en clave de espiritualidad ignaciana. Una vez termina el curso de formación, las personas voluntarias con VOLPA siguen el proceso de acompañamiento personal y envío a un proyecto de trabajo con otros para la justicia. Durante y después del voluntariado, VOLPA continúa ofreciendo acompañamiento y acogida.

- ¿Qué papel juegas, qué función tienes, en esta actividad?
Soy el coordinador del programa en Cataluña, desde 2004, y como tal dinamizo el equipo de voluntarios que lleva a cabo el Curso de Formación en Voluntariado Social Internacional. VOLPA ha sido y está llevado completamente por un equipo de voluntarios laicos, tanto como formadores, como tutores y acompañantes de las personas voluntarias que están en la experiencia. También soy el interlocutor y representante de VOLPA con Oxfam Intermón Cataluña. Ahora mismo, VOLPA está inmerso en un proceso de reflexión estratégica para diseñar su presente y el futuro como el programa de voluntariado internacional de Intermón. Está reformulando su misión, redescubriendo sus valores y la actualización de su metodología, muy arraigada en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio.

- ¿Cómo te vinculaste y desde cuándo?
Mireia (mi esposa) y yo hicimos el Curso de Formación en 1999. A raíz de este formación decidimos vivir dos años y medio en Perú como voluntarios de VOLPA, de 2000 a 2002. A la vuelta, nos vinculamos con el proyecto, acompañando a personas con inquietudes similares a las nuestras hacia la cooperación y la inculturación en el Sur. En 2004, ya me comprometí con la coordinación nacional de Cataluña.

- ¿Por qué estás, qué te motiva a estar allí?
En primer lugar, hay un sentimiento de agradecimiento, de devolver algo de lo recibido en nuestra propia experiencia de voluntariado internacional en pareja, que fue extraordinaria. En segundo lugar, hay un deseo de recoger estos 20 años de experiencia en VOLPA de envío, acompañamiento y formación a personas voluntarias y utilizarlos para muchas otras personas. VOLPA cree que la formación conlleva necesariamente transformación, si no no es formación verdadera. Es que VOLPA nos ha cambiado la vida de manera positiva y fundando y vale la pena que otras personas descubran que su vida también puede cambiar.

- ¿En qué te ayuda como persona y como creyente?
Muchas personas tienen deseos de luchar por la justicia, de revertir las desigualdades que crecen en nuestro mundo y de hacerlo yendo a vivir a países del Sur y a trabajar conjuntamente con ciudadanos de estos países del Sur. Es un privilegio compartir con personas con estas altas aspiraciones un periodo de 6 meses de formación, más otros 6-8 meses de investigación y encaje de proyectos, más los 2 años de experiencia in situ. Durante este tiempo, me siento como un acompañante personal, que trato de caminar con el candidato al voluntariado, ayudando a su discernimiento y a tomar las decisiones sobre su propia vida. La vuelta a nuestra realidad del Norte después de 2 años de voluntariado también es un tiempo difícil para el voluntario y la acogida por parte de VOLPA es fundamental. Como creyente, trato de ayudar a los voluntarios creyentes a dar sentido evangélico a su discernimiento y voluntariado y darse cuenta de que la experiencia en el Sur responde a una vocación personal dentro del plan de construcción del Reino de Dios.

Tengo que decir que, como proceso de discernimiento, el tiempo de la formación y el acompañamiento de VOLPA puede significar que la persona voluntaria decida finalmente no viajar al Sur, retrasar su marcha, cambiar las claves con las que se acercó a VOLPA y que daba por supuestas o inamovibles.

- ¿Qué experiencia de transformación social estáis haciendo?
En pocas palabras, el resumen es el lema de VOLPA: «difícilmente podemos ayudar al cambio del Sur si en el Norte no estamos dispuestos a cambiar». VOLPA quiere cambios de personas del Norte, cambios producidos en el Sur, para que las personas voluntarias vuelvan aquí a ser dos cosas: puentes entre Norte y Sur y agentes de denuncia, incidencia y transformación social en su entorno. En VOLPA usamos una imagen: la de las piezas de una máquina. Cuando el voluntario toca nuestra puerta está montado de una determinada manera. Durante el curso de formación y el acompañamiento, vamos desmontando las piezas de la máquina-voluntario. Al final, desmontado, lo enviamos al Sur para que, durante dos años, se vaya montando de nuevo, pieza a pieza. Cuando llega aquí, el voluntario está montado de nuevo, pero no de la misma manera; ha incorporado piezas nuevas "de importación" y ha lanzado muchas que llevaba "de fábrica". Creemos que con estas "personas nuevas" es más fácil responder a la misión de luchar contra la injusticia y la desigualdad, desde aquí y ahora.

- ¿Cómo es valorada por los participantes?
Como cualquier experiencia que quiera ser mínimamente transformadora, la de VOLPA también lleva renuncias, incongruencias, padecimientos. Al final, sin embargo, las personas que participan muestran su agradecimiento y satisfacción por el hecho de que el Sur les haya tocado la vida para siempre. Otras ONG, como VOLS (Voluntariado Solidario de la familia salesiana) envían sus voluntarios a hacer la formación con VOLPA. Y si Oxfam Intermón Cataluña nos ha acogido dentro de su organización y nos ha mostrado confianza esto es un aval de que las cosas no se están haciendo mal en VOLPA.

A l'acció social


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