El espíritu de lucha se mantiene vivo, a pesar de la edad. De hecho, en estos momentos no hay ninguna otra lucha sostenida en el tiempo como es la de la Marea Pensionista, un tiempo en que las luchas son escasas. En gran parte es una lucha solidaria de la que se beneficiaran en el futuro, los que ahora están en activo; al fin y al cabo, gran parte del colectivo pensionista tiene su situación relativamente estable, son los que vienen por detrás los que lo tienen más difícil.