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Fragmentos de los Ejercicios Espirituales, de corazón

Recogemos la experiencia de algunos participantes

Septiembre 07/Joan Andreu Parra/

(Carme Ballús) Este año, para hacer la reseña de los Ejercicios de Verano que ACO hemos hecho en el Casal de Pau de Arbúcies, hemos planteado una propuesta diferente: hemos recogido las palabras y experiencias de algunos de los participantes en los Ejercicios y, después de pasar las inevitables tijeras para que el resultado no fuera extenso en exceso, os presentamos una selección. La primera cosa que queremos constatar es que todo el mundo, tanto en la valoración del último día de Ejercicios como en los escritos, consideró la guía de Joan Codina, discreta, lúcida y didáctica. ¡Gracias, Joan! También son frecuentes las referencias a la naturaleza, el silencio y el buen entendimiento entre todo el grupo. Gracias a todas y todos, y empezamos esta selección de FRAGMENTOS (aparte, también puedes consultar algunas fotografías que hemos puesto en el álbum):

Este curso le pedimos al salesiano Joan Codina que nos acompañara. Nos propuso como nos decía en la convocatoria-invitación, "unas meditaciones sobre el evangelio de Lucas. Es un evangelio muy sugerente. Lucas nos pinta con gran delicadeza y precisión el rostro misericordioso del Padre en la persona de Jesús de Nazaret para que nosotros seamos signos de su misericordia entre nuestros compañeros y compañeras. (María Martínez)

Los espacios de compartir a fondo, de orar y celebrar juntos, han sido muy ricos y llenos de vida, sintiéndonos en comunión desde la diferencia de cada uno, pero unidos por el Espíritu que nos hace orar diciendo Abba, Padre. (Montserrat Sidera)

Días para llenar el corazón de luz y de amor,
para volver a poner en el centro del corazón
a los enfermos, los pobres,
los despreciados y excluidos de la sociedad,
los que sufren hambre, guerra,
violencia y muerte,
los refugiados, exiliados y encarcelados (Oriol Garreta)

Descubrí como siempre que el Evangelio me decía cosas nuevas y yo me he quedado sobretodo con la Oración, los pobres, el espíritu y con Jesús que es él quien me llama y hace camino conmigo, sólo hay que hacer silencio escucharle. (Anna Maria Mutgé)

Contemplar a Jesús orando en este evangelio, con la intimidad que manifiesta con Dios, me lleva a mirar la oración con otros ojos e intentar vivirla con otra actitud. (Josep Pascual)

Los Ejercicios Espirituales en el Casal de Pau de Arbúcies han sido para mí un desierto afable, entendido como lugar de encuentro íntimo con Jesucristo y los hermanos.
Otros desiertos que se presentan en la vida:
-Espacio interior incierto, donde siempre hay una excusa para no entrar.
-Aridez, sequía, cuando parece que el mundo no tiene sentido. Tanta es la sed, que no tienes ánimo de ir a la Fuente.
-Desierto rodeado de indiferencia: tocas, pero nadie baila.
A pesar de ser molestos y no deseados, desde la oración estos desiertos se convierten ocasiones de encuentro con Dios y los hermanos.
(Fidel Membrive)

Gracias por vuestra acogida, gracias por vuestro testimonio, ¡gracias porque juntos hemos hecho camino con Jesús! (Lurdes Collet)

Tenía necesidad de silencio para el encuentro con el Señor, ha sido el lugar idóneo. Me he sentido llamada a un vaciamiento de todo cuanto estorba. LA ESCUCHA: en la Palabra, en el Otro, en el día a día. A hacerme pobre entre los pobres. (Maite Mendía)

Jesús me dice: Cuando te dejas seducir por el proyecto de Dios y entras en su dinámica, ya participas de la eternidad. Cuando amas al prójimo, ya estás preparada para ser seguidora de Jesús y también entras en la dimensión de la eternidad. (Ernestina Ródenas)

La presencia de Jesús y María ha sido palpable en estos cuatro días llenos de gozo. (Paquita Morillo)

Hemos repasado nuestra vida cristiana reflejándose en Jesús, buen samaritano, y en la actitud de María acogiendo la palabra de Cristo. (Anna y David)

Estos días, en los ejercicios de ACO, hemos podido –gracias a la guía de Joan Codina– "desmenuzar" muchos pasajes del Evangelio de Lucas para vincularlo más con nuestra vida, entenderlo más... En definitiva, para contemplar como Jesús nos ama y cómo nos es alimento para continuar nuestro camino. (Rafi Cáceres)



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