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Comunidad tecnológica en la fe

La V Jornada de comunicación se celebró el sábado 17 de abril

Abril 19/Joan Andreu Parra/

En la V Jornada de comunicación de ACO se puso en valor que el movimiento ha pasado a ser una comunidad tecnológica obligada por las circunstancias de la pandemia. Eso sí, una comunidad de fe, con precariedades en el uso de las nuevas tecnologías pero mirando de poner la atención no sólo en las dificultades propias sino también en acompañar las de los demás. De hecho, esta actividad curativa fue el tuétano en el taller 3 de la jornada «Acompañar a grupos de personas mayores» (en catalán), que impartió Joan Manel Mayordomo. En este taller se constató que, incluso con las carencias propias, puede haber militantes que necesiten nuestra colaboración. Estas fueron las primeras conclusiones que condensó Ton Clapés, miembro de la Comisión de comunicación.

En el taller 1 «Quiero mejorar las Revisiones de Vida en formato telemático» (en catalán), que impartió Joan Andreu Parra, se hizo una breve encuesta que constató que la mayoría de grupos se habían fortalecido durante la pandemia (10 votos, 6 votos correspondían a grupos que se habían estancado y 4 votos a grupos que se habían debilitado). En este mismo taller se subrayó que la gestión de las emociones a través de la pantalla es más complicada, se valoró la flexibilidad que aportaba el formato telemático (por la posibilidad de haberse encontrado aunque se estuviera separados), que es un formato que nos hace ser más rigurosos con la puntualidad y la duración (se recomendó que las reuniones no excedan la hora y media) y, finalmente, que algunos aspectos han venido para quedarse como las propuestas formativas online que podrían aportar incluso más ventajas y virtudes que el formato presencial.

El taller 2 «Las videoconferencias no son para mí» fue acompañado por Quim Cervera y se pudieron constatar las dificultades que tienen algunos militantes para seguir las reuniones en el formato online por las dificultades personales (edad, saturación, cansancio físico y psíquico...), técnicas (falta de cámara, fibra óptica o wifi) y de las propias herramientas de reuniones telemáticas (no hay diálogo fluido, interrupciones, distanciamiento, enfriamiento, poco calor...). En este sentido, se anotaron algunas necesidades como la de un tiempo para habituarse a estas herramientas, una mejor formación... y se valoraron algunas ayudas que se reciben de personas que entienden más o de los hijos y nietos. Otros valores positivos de este formato fue la posibilidad de verse sin mascarilla, que se puedan encontrar más personas, facilitar la participación y horarios más adecuados. Algunas alternativas a las reuniones online que se listaron fueron: visitarse en las casas o residencias, encontrarse en un parque, reuniones mixtas (presenciales-online), paseos, llamar a menudo, enviarse comunicaciones por email, whatsapp o correo postal...

En el taller 3 se proyectó cuáles pueden ser las dificultades con la tecnología de los grupos de personas mayores y se concretaron en el acceso, el miedo a las equivocaciones y considerar que hacer grupo online no supera el encuentro personal, haciendo hincapié en un cierto aislamiento y soledad. En el taller se comentó que puede encontrarse un formato intermedio, que ya antes de la pandemia había militantes que se conectaban a los grupos a través de este formato (por estar viajando o vivir en el extranjero), que no ha de haber exclusividad del formato online (puede hacerse un café con una persona del grupo que lo necesite). En el taller se empezó a trabajar la posibilidad de hacer apadrinamiento digital a grupos de personas mayores.

Pulsando en el título de cada taller se puede consultar la presentación que usaron los talleristas.



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