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Sonia Herrera, Peio Sánchez y Ton Clapés, en la VI Jornada de comunicación de ACO, el 7 de mayo pasado.

Recuperar la perspectiva comunitaria a través del cine

La VI Jornada de Comunicación de ACO se celebró el sábado 7 de mayo

Mayo 09/Joan Andreu Parra/

«Tenemos intentos de vivir la fraternidad que no acaban de cuajar. Por eso el papa Francisco nos empuja a esta visión comunitaria y fraterna desde la alegría del Evangelio», de esta forma Peio Sánchez, párroco de la parroquia de Santa Ana, justificaba la VI Jornada de Comunicación de ACO que con el título Recuperando la mirada comunitaria se celebró este pasado sábado, 7 de mayo, en la misma iglesia que acoge el Hospital de Campaña.

Durante la jornada en la que participaron unos 25 militantes y simpatizantes de ACO se proyectaron siete secuencias diferentes, escogidas por Mn. Peio, y que fueron diseccionadas por el director de la Muestra de Cine Espiritual de Cataluña y por Sonia Herrera, responsable del Área Social de Cristianismo y Justicia. La jornada terminó con las aportaciones de los participantes en torno a las preguntas: ¿Qué dificultades fuertes encontramos para vivir en fraternidad? (individualismo, fragmentación, distancias no perdonadas, ideales no reales, afinidades y no Evangelio, dificultades exteriores...) y recordando a Fratelli tutti del papa Francisco, ¿qué aporta la fraternidad como clave en este momento histórico?

En el diálogo final se compartió que en ocasiones es más fácil fraternizar con tradiciones religiosas alejadas de la propia que entre fieles de una misma confesión y por eso es necesario trabajar la intrareligiosidad entre nuestras comunidades. Entre las dificultades se destacó el hecho de vivir compartimentados, los prejuicios, las prisas y el ruido (especialmente, mediático), la falta de creatividad e imaginación, las propias heridas («hay que perdonar y perdonarnos, acoger las propias heridas y las de los demás, para sostener la fraternidad»).

Se constató que se necesitan hombres y mujeres comunitarios y pontífices (constructores de puentes), que hay que valorar las pequeñas comunidades que hacemos cada día (en el grupo de fe, en las parroquias, en el trabajo, en la familia...), que es signo de fraternidad y esperanza el trabajo que se está haciendo en la diócesis sobre el Sínodo de la sinodalidad, que la fraternidad (el gran signo del Evangelio) exige cuidarla y es el bote salvavidas en medio de la tormenta.

En el enlace se pueden consultar las conclusiones que resumió Quim Cervera (en catalán), consiliario de la Comisión de Comunicación. 

Pueden consultarse fotos de la Jornada en el enlace: https://flic.kr/s/aHBqjzP2yE.

 

Selección de secuencias

· La fraternidad fundada en la Gracia. El festín de Babette (1987), Gabriel Axel.

En torno a la alimentación y la gastronomía puede haber mucha vida comunitaria y es un espacio de verdad donde podemos abrir nuestra alma, donde hablar de misericordia, gracia y perdón, destacó Sonia Herrera.

La Gracia de Dios es sobreabundante y tiene una fuerza transformadora que vemos cómo opera en las personas. La Gracia funda la comunidad, observó Peio Sánchez.

 

· La orientación en el discernimiento comunitario. Lars y una chica de verdad (2007) Craig Gillespie.

Es una alegoría preciosa de la acogida de la diferencia y donde vemos la pregunta fundamental para discernir: «¿Qué haría Jesús?» En la comunidad es importante la capacidad de superar los prejuicios y los apriorismos, destacó Sonia.

Ser comunidad es hacer algo aparentemente extraño (en este caso, permitir que la muñeca hinchable entre en la Iglesia) por la acogida del otro. Debemos recordar que el Evangelio se sale de todos los protocolos que tenemos pensados. En una comunidad a veces lo importante es hacer locuras y estar presente, observó Peio.

 

· El contraste fraterno. Fortuna (2018) Germinal Roaux.

Es demasiado habitual encontrar a dos hombres discutiendo sobre la salud sexual y reproductiva de la mujer, en este caso, una menor embarazada (probablemente fruto de la violencia sexual). Y también hay una denuncia de la incapacidad del sistema al acompañamiento, destacó Sonia.

Es interesante la dinámica de contraste de diferentes visiones y cómo se intenta un diálogo de fraternidad, es decir, aceptar la visión del otro y realizar un proceso de reconstrucción de una salida. Esto no es fácil y puede que la fraternidad no sea posible, observó Peio.

 

· La comunidad en éxodo. La isla de los monjes (2017) Anne Christine Girardot.

Hay un duelo individual y colectivo como comunidad en esta salida de los monjes de la clausura y hay un hilo con la Iglesia en salida del papa Francisco, destacó Sonia.

Se nos muestra la debilidad de la fe y la disponibilidad a la salida de una estructura (cuando estamos mucho tiempo en un mismo sitio, te acomodas). Aprender a salir es necesario, darse cuenta de que no tienes más que la vocación y el hatillo, observó Peio.

 

· La fraternidad más allá de la fe. Las inocentes (2016) Anne Fontaine.

Filmes como éste donde se aborda la violencia sexual en escenarios de conflicto a las mujeres nos atraviesan el cuerpo. Vemos cómo unas mujeres se encuentran en un mismo sitio, no desde una fe compartida. También vemos el silencio sobre determinados hechos que a veces planea sobre la vida comunitaria y que es una perversión, destacó Sonia que recordó la carta de agradecimiento de sor Juana Inés de la Cruz, Yo, la peor de todas.

Se trata de una comunidad que vive con un trauma brutal, también es cerrada y tiene sus vicios. También observamos en el diálogo el paso indistinto de la fe a la duda y a la inversa. La fraternidad se establece en vínculos misteriosos que no tienen que ver con la fraternidad institucional, observó Peio.

 

· La unidad fraterna entre la vida y la muerte. De dioses y hombres (2010) Xavier Beauvois.

Nos conecta con toda una historia de mártires contemporáneos (su legado es ese momento de fe profunda que llega en un momento de fragilidad máxima) y vemos una alegoría de los estados de Jesús ante la inminencia de la muerte (el miedo, las dudas, el abandono de Dios y el abandonarse a Dios), destacó Sonia.

Asumir la muerte juntos es una de las cosas más difíciles de la vida en comunidad. Igualmente, la oración es una de las cosas más difíciles de filmar y aquí se hace de forma sublime. Vemos el camino del discernimiento y el de una comunidad que acepta un destino, observó Peio.

 

· La comunidad de sacrificio. Silencio (2016) Martin Scorsese.

Este filme está lleno de preguntas (podríamos decir que es una pregunta muy larga) y es profundamente teológico, pues habla del silencio de Dios. Es un contraste ante algunas visiones dogmáticas de la fe que hoy predominan, destacó Sonia.

Los protagonistas son los cristianos ocultos (no los jesuitas), se nos muestra la fidelidad de fe de los más pequeños y sencillos. Por tanto, la fe se transmite en una comunidad de fe de los sencillos. Cuando tenemos la seguridad, la fe desaparece, observó Peio.

 

· La fraternidad de los diferentes. London River (2009) Rachid Bouchareb.

Vemos el diálogo interreligioso desde lo concreto y también cómo se construye comunidad desde el dolor, la resiliencia y la transformación de ese dolor. En el cristianismo occidental nos hemos instalado en una relación con la muerte un poco de la Virgen dolorosa y en el diálogo interreligioso podemos ver otros enfoques de la muerte que ponen el acento en el agradecimiento por lo vivido, en el reconocimiento de estas vidas, destacó Sonia.

La fraternidad va más allá del territorio de la propia creencia. El reto es cómo construir la fraternidad desde culturas y tradiciones religiosas diferentes, observó Peio.



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