Analizamos las raíces cristianas de la cultura de la paz y la no-violencia
Trabajar por la paz nos sitúa en un plano de compromiso radical de hijos e hijas de Dios. Hemos superado el “no matarás” de un momento de la historia de un pueblo en el que era necesaria una base moral para caminar juntos. En el sermón de la montaña (Mateo,5-7), Jesús hila más fino confiando a los apóstoles y a aquellas personas que quieran seguirle, la que debe ser la conducta ética de los hijos e hijas de Dios. Lo hizo con un mensaje transformador, revolucionario.
“Trabajar por la paz” y “ve primero a hacer las paces con tu hermano; ya volverás después a presentar tu ofrenda” son los dos momentos en que la palabra “paz” sale en el sermón. Ahora bien, con la lectura completa del texto bíblico vemos la promesa de que, siguiendo este camino, la felicidad y la paz para todos es posible.
En la misa, en el rito de la paz antes de recibir la comunión, pedimos a Cristo el don de su paz. Con el gesto de paz fraternal nos preparamos para recibir su cuerpo.
La paz es un don. Y como todo don, lo recibimos y lo damos. Si negamos la paz es porque nace esta negación dentro de nosotros. Es necesario, por tanto, un compromiso personal firme para hacer de nuestra vida un ejemplo de este don.
La expresión del compromiso también se realiza con la participación en la acción colectiva por la paz. En relación con la invasión de la Franja de Gaza, el 28 de abril se hizo una “Peregrinación por el alto el fuego en Gaza”. Trece entidades, entre ellas FundiPau, fueron las organizadoras y reunió a más de 200 participantes. Antoni Soler, que fue presidente de FundiPau, participó en el programa Llevat dins la pasta, de Ràdio Estel, y definió el estado de ánimo de las personas comprometidas con la paz en la tierra de Jesús: “No podemos hacer nada más que estar absolutamente indignados e irritados por cada minuto que pasa en Palestina sin que el alto el fuego sea un hecho y sin que se construya una situación de dignidad y de justicia para todo el mundo que permita una convivencia estable en la zona”.
Conflictos actuales y de siempre
El papa Francisco, en el discurso de inicio del año del 8 de enero pasado ante los 184 miembros del cuerpo diplomático acreditado en la Santa Sede, les dijo: “El mundo está atravesado por un creciente número de conflictos que lentamente transforman lo que he definido muchas veces como ‘tercera guerra mundial a pedazos’ en un verdadero y propio conflicto global”. Denuncia, también, que “la disponibilidad de armas incentiva su uso e incrementa su producción. Las armas crean desconfianza y desvían recursos. ¿Cuántas vidas podrían salvarse con los recursos que hoy se destinan al armamento?”. Y afirma: “La guerra es una inmensa tragedia y una cruel masacre” y el camino hacia la paz “pasa por el diálogo político y social, porque es la base de la convivencia civil en una comunidad política moderna”.
Este discurso lo pronunció cuando llevaba dos años del intento de invasión de Ucrania por parte de Rusia, conflicto que aún dura, y más de dos meses de la invasión israelí de la Franja de Gaza. Conflictos bélicos virulentos en los que la sociedad civil se ve rodeada por el terror, el hambre y la muerte, y muy en particular las mujeres, como explica Vicky Moreno Campón, feminista antimilitarista que trabaja por la no violencia y la paz desde Mujeres x Mujeres (entidad que nació cuando se inició la guerra de los Balcanes y se tuvo noticias de que miles de mujeres de Bosnia, Croacia y Serbia habían sido violadas): “La guerra es un plus de violencia para las mujeres porque nuestros cuerpos reciben la mayor parte de la violencia en forma de violaciones, secuestros, chantajes, matrimonios forzados, etc.”, explicó en el programa Llevat dins la pasta, de Ràdio Estel.
“Las guerras son el mayor exponente de las violencias. Son los valores de la masculinidad hegemónica por excelencia, en los que se sigue glorificando el papel del héroe, mientras que el papel de las personas que quieren alternativas a la guerra (insumisión, objeción o deserción), no tiene ningún valor”, argumenta Vicky Moreno. Esta maestra jubilada pone el acento en lo que ocurre cuando la guerra se acaba: “Muchas veces la posguerra es muy dura también. Las mujeres víctimas de estas situaciones no han tenido a disposición recursos para poder iniciar todo un proceso de curación no sólo físico (que también) sino también emocional.”
Desinvertir en la economía de guerra
Las universitarias y universitarios se han movilizado para exigir a sus universidades que rompan lazos con Israel. Es un boicot económico con la retirada de fondos a empresas y universidades vinculadas a ese estado.
El movimiento del boicot se creó en 1959 en Reino Unido para pedir a los consumidores que se abstuvieran de comprar productos sudafricanos en protesta por el régimen racista de Pretoria. Fue una movilización internacional que tuvo efectos, entre otros, con el boicot a la participación de equipos sudafricanos en competiciones deportivas. Lo que empezó como un boicot comercial de los consumidores pronto se transformó en una campaña en pro de sanciones económicas y del aislamiento total de la Sudáfrica del apartheid, hasta su caída.
El movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) pide boicotear a las empresas que apoyan a Israel, en protesta por su régimen de apartheid en los territorios palestinos, y ahora por la guerra en Gaza. Son empresas con marcas que todo el mundo conoce, y está a nuestro alcance tomar la decisión de no consumir sus productos.
Desescalar los conflictos y no alimentar a la industria de la guerra puede acabar llevando al deseado proceso de negociación de la paz en el que, “lamentablemente, las mujeres pintan poco, porque no se las considera suficientes protagonistas o capacitadas para estar en una mesa de negociación, formadas siempre por señores. En los acuerdos de Dayton, las Mujeres de Negro de Belgrado habían pedido formar parte, por los valores feministas del diálogo, de la escucha del otro, de no considerar al otro como el enemigo, sino la persona con quien se puede hablar. Al no poder estar las mujeres en los procesos de negociación, quedan algo sesgados. Y de ahí que el período de paz que debe construirse al terminar las guerras, a veces, queda bastante cojo”, constata Vicky Moreno.
Educar en la paz
“Nuestro objetivo, por mucho que sea una utopía, es desmilitarizar la sociedad. Que se acaben las guerras porque son un absurdo. Y, sobre todo, romper la lógica que dice que las guerras son inevitables. Nosotros intentamos argumentar que las guerras son evitables. Están provocadas por un capitalismo militarista y depredador, que lo que hace es venderlas como mercancía. Desde hace tiempo, queremos acabar con la carrera armamentística con opciones como la objeción fiscal a los gastos militares”, argumenta Vicky Moreno, de Mujeres x Mujeres.
“Es necesario educar en la paz en todo momento y en todas circunstancias. El primer esfuerzo por educar en la paz es que cada uno debe darse cuenta de lo que tiene en su interior. Los resentimientos no son genéricos, tienen que ver con la cultura que has recibido, la educación que recibes…”, son palabras del presidente de la Fundación Carta de la Paz dirigida a la ONU, Jordi Cussó.
Uno de los ejemplos es el Programa Vitamina de la Fundación: empoderar a jóvenes para que sean líderes en transformación social y referentes de paz en sus barrios. Vitamina es un programa de cuatro años de formación experiencial en habilidades sociales y emocionales que va dirigido a adolescentes de entre 13 y 17 años con riesgo de exclusión social.
El compromiso por la paz y la justicia desde la perspectiva del Evangelio y el pensamiento social cristiano lo promueve desde finales de los años sesenta Justicia y Paz. La entidad mantiene el mensaje y legado de quien fue su presidente, Arcadi Oliveres, pensador y activista reconocido. La Semana por la Paz – Arcadi Oliveres es el programa que reúne actividades de pensamiento y acción sobre derechos humanos, paz y medio ambiente, entre otros.
La sociedad civil tiene una labor muy importante en la construcción de una cultura de paz que sea sólida. Si las instituciones también se comprometen con la cultura de la paz, todo ello lo favorece. Hace poco más de cuatro meses empezó a andar el Fòrum Català por la Pau: un proceso participativo de reflexión y debate que tendrá dos años de duración (2024-2025) y nace con un doble objetivo: crear una política pública de paz de Cataluña y reforzar las agendas y capacidades de incidencia social y política de las organizaciones de fomento de la paz catalanas. Una iniciativa institucional y social impulsada por el Gobierno de Cataluña, el Consejo Catalán de Fomento de la Paz, el Instituto Catalán Internacional por la Paz y el tejido asociativo catalán. Los ejes temáticos que va a tratar son: cultura de la paz, seguridad y justicia, conflictos armados, retos globales y el eje con visión transversal de mujeres, paz y seguridad.
Destacados
La paz es un don. Y como todo don, lo recibimos y lo damos (…). Es necesario, por tanto, un compromiso personal firme para hacer de nuestra vida un ejemplo de este don
“¿Cuántas vidas podrían salvarse con los recursos que hoy se destinan al armamento?”, se pregunta el papa Francisco
Vicky Moreno: “La guerra es un plus de violencia para las mujeres porque nuestros cuerpos reciben la mayor parte de la violencia en forma de violaciones, secuestros, chantajes, matrimonios forzados, etc.”
El movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) pide boicotear a las empresas que apoyan a Israel, en protesta por su régimen de apartheid en los territorios palestinos, y ahora por la guerra en Gaza
Jordi Cussó: “El primer esfuerzo por educar en la paz es que cada uno debe darse cuenta de lo que tiene en su interior. Los resentimientos no son genéricos, tienen que ver con la cultura que has recibido, la educación que recibes…”
Pies de fotografía
Las fotografías, cedidas por David Segarra, son de su libro Viure, morir i nàixer a Gaza (Sembra Llibres, 2014) con fotografías y crónicas de la vida y la historia en la franja palestina.
Recursos
En los podcasts Derechos y Paz, de FundiPau, se analizan el estado actual de la paz en el mundo y su relación con otros aspectos de nuestra sociedad actual.
Lluitanoviolenta.cat está formada por gente diversa que promueve la lucha no violenta y favorece la capacitación en esta lucha en Cataluña, siguiendo los pasos de referentes como Gandhi, Luther King, Sharp y Xirinacs.
Aitziber Blanco Goikoetxea, BIDELAGUN. Acompañamiento a procesos de diálogo en Euskal Herria. Algunos aprendizajes y un camino por recorrer (Herramientas de paz, seguridad y justicia 29), Barcelona: Instituto Catalán Internacional por la Paz 2023. Se puede bajar en pdf.
Manifiesto NOMILITARISM.EU! firmado por un amplio abanico de organizaciones, movimientos (entre ellos ACO) y colectivos, presentado el 23 de mayo, días antes de empezar la campaña electoral europea.
El perfil de Familias por la paz de la red X, creado a finales del año 2023.
Promovemos la Cultura de Paz y la No-violencia. Pretendemos sustituir una cultura que legitima el uso de la violencia por otra, en la que el respeto por la dignidad igual de todas las personas, nos la haga cada vez más intolerable.
Somos una entidad cristiana que actúa en Cataluña desde 1968 y que tiene como finalidad la promoción y defensa de los derechos humanos, la justicia social, la paz, la solidaridad y la protección de la naturaleza.
