Plegarias de Adviento y de Navidad de la zona Montserrat
La zona de Montserrat nos comparte las plegarias de Adviento y Navidad que elabora Carme Gomà, a quien dedicamos la sección «Vidas que son levadura», de la próxima revista Luzysal. También os recomendamos la entrevista que han hecho al consiliario de esta zona, Jaume Grané, en Catalunyareligió.cat.
«La espiritualidad de la bicicleta», de Madeleine Delbrêl
Compartimos la plegaria con que se inició la reunión en línea de consiliarios de Zona y Comisiones de ACO que se hizo el 22 de noviembre pasado:
Por una paz real y duradera en Gaza… y aquí

[El consiliario Isidre Ferreté hizo esta reflexión en la plegaria por la paz en Gaza que se hizo en el monasterio de las clarisas de la Divina Providencia, de Badalona, el 15 de octubre pasado] Hay un eslogan de las manifestaciones por Gaza que yo nunca he gritado: “Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá” (o “Israel vencerá”). El sentido es borrar a los otros. Vencedores y vencidos. Más odios, más destrucción, más inhumanidad. La solución no es aniquilar sino empeñarnos en convivir. En este caso, a respetarse como dos estados. ¿Imposible? Así la paz será imposible. Pero los cristianos y cristianas no creemos que sea imposible. Dios Jesús, se ha comprometido ¿Qué podemos hacer nosotros por Gaza? Fundamentalmente dos cosas: 1. Recuperar la lógica de lo que es evidente (lo he sacado de la Reflexión de Fin de año 2023 de Cristianismo y Justicia). Cuando decimos “todo es muy complicado”, nos quedamos perplejos, sin saber qué hacer, y acabamos no haciendo nada. “Pero no nos engañemos. La indiferencia perpleja forma parte de la estrategia de este sistema que nos envuelve sutilmente, que nos satura los sentidos, que nos venda los ojos con la “venda de la complejidad”… y nos hace dudar de los hechos mismos”. (“No fui a la manifestación porque todo es muy complicado…”) Hamas asesinó brutalmente a 1.400 personas. Pero Israel ha bombardeado a 70.000, muchos de ellos niños, dejados morir de hambre. “Todo es muy complicado”. Seguro que sí, pero lo que es evidente, en este caso, es la muerte de miles de civiles palestinos bajo las bombas de un ejército que, en nombre de una supuesta “legítima defensa” actúa contra el derecho internacional humanitario. Por lo tanto, “recuperar lo que es evidente”: dónde están las víctimas inocentes. En Gaza, y también en el asentamiento de inmigrantes del B9 de Badalona. Esto es ya un primer paso para superar la indiferencia que nos debilita los sentimientos. No nos dejemos vendar el corazón y el entendimiento con la “venda de la complejidad”. 2. Ver que Gaza también está aquí, entre nosotros Estamos en una sociedad, la nuestra, de aquí, cada día más fragmentada, más de ghetos, de colectivos culturales y religiosos. Una sociedad autóctona que se cree con unos derechos que niega a los “no-nosotros”. Soportamos y nos contentamos con la coexistencia, pacífica, por ahora. Dejando las cosas así, a su aire, no vamos a un futuro integrado e integrador sino a futuros enfrentamientos, de imprevisibles consecuencias (recordemos los conflictos de las “banlieus” de París, de hace pocos años). Todos vemos cómo crece la extrema derecha. Con el discurso simplista pero halagador que a “problemas complejos respuestas simples”; lógicamente falsas. ¿Qué podemos hacer? (Hablo a cristianos y cristianas) 1-Comprometernos a crear convivencia, a no rechazar a nadie. A atrevernos a mirarlos a los ojos y decirles, secretamente: “A tí, Dios te ama tanto como mí”. Los cristianos decimos que todos somos hijos e hijas de Dios. 2-Antes de apoyarnos en nuestros “derechos”, pongámonos en sus necesidades: “cada vez que lo hacéis a uno de estos pequeños, a mí me lo hicisteis». Cuidado con «¡nuestros derechos!». ¿Qué hemos pagado cada uno de nosotros para nacer aquí? ¿Qué han pagado ellos para morirse de hambre, inseguridad, indefensión? 3-Ser conscientes que los pensamientos xenófobos acaben degenerando en asesinos: si toleramos el “no los queremos aquí» en el fondo estamos gritando “desde el río hasta el mar, los “no-nosotros” fuera”; que se hundan en el mar”… ¿pero que no lo vemos? Y para justificarnos falsamente se dice que “vienen a delinquir, a vivir del cuento”. ¿Por qué no pensamos un poco, por favor? Recordemos la canción de Raimon que dice “Manos de los que matan, sucias; manos finas que mandan matar…” 4-No tenemos que caer en el “buenismo” sino en la misericordia humana. Hay buenos y no tan buenos, como entre nosotros (parábola del trigo y la cizaña. Mt 13,24-39). «Maestro, ¿quieres que vayamos a arrancar las malas hierbas? « No lo hagáis, no fuera caso que, arrancando la cizaña arrancarais también el trigo. Dejad que crezcan juntos hasta la siega y entonces será la separación». Una versión actual de esta parábola seria: “Papa, ¿si matamos a todos los malos, quedaríamos solo los buenos? «No, hijo. Quedaríamos solo los asesinos”. …La Guerra Civil española, 80 años después, todavía crema de odios y de vencedores y vencidos”. -En resumen: ¿Qué podemos hacer por Gaza, aquí, hoy? Juramentarnos todos los que estamos hoy aquí. No meter palos en las ruedas de la convivencia; no tirar leña al fuego de los prejuicios; mejor callar antes de decir mentiras tendenciosas. Y, sobre todo, romper barreras personales; cuando nos vayamos conociendo y apreciando, las barreras caen: entre palestinos y judíos, o entre “nosotros y los no-nosotros”. A medida que nos vayamos conociendo de verdad, en la diversidad, en el respeto, en el aprecio, va apareciendo un nosotros más rico, más plural, más humano, más cristiano. Una paz verdaderamente duradera. Este sábado de 10 a 21, en la Plaza de la calle Provenza (Rambla Floridablanca), estaremos haciendo la fiesta de Los colores de la convivencia. Es un signo práctico de todo esto. Plegaria desde ACO Es difícil o imposible de imaginar, las peripecias que tiene que hacer una madre o un padre de familia trabajador para mirar de llevar alimentos a un hogar que esté en Gaza o en Cisjordania. Cuando los trabajos y las empresas donde se trabajaba para obtener un salario han dejado de existir, cuando de tu casa solo quedan escombros, cuando la zarpa de la guerra te ha herido a un familiar o, directamente, te lo ha arrebatado, el orden de las prioridades de vida se modifica radicalmente. Y la primera de las prioridades pasa a ser sobrevivir a la barbarie, al infierno que han creado otras personas, hermanos de la misma especie, hijos de un mismo Padre, se diga Abbà, Yahvé o Alá. Señor, te pedimos porque estos trabajadores y trabajadoras palestinos, padres y madres de familia, artesanos, comerciantes, guías
La mujer encorvada
[Adaptación del texto de Antonia Vallejos publicado en el blog «Tras las huellas de Sophia»] Como cada día, me levanté esperando algo nuevo, una oportunidad, un sentido diferente para mi vida. Pero como siempre también, una realidad cargada de leyes que no comprendía, me aplastaba y me angustiaba. Cada día, volvía a sentirme insignificante y, como soy mujer, tenía bien aprendido lo que eso significa: lo que puedo y no puedo hacer, callar, obedecer, ser buena hija, buena madre, buena esposa… Como cada día, caminaba cabizbaja, silenciando lo que a gritos querría expresar, sin poder mirar a nadie a los ojos, y cumpliendo, siempre cumpliendo… No era sólo la joroba que llevaba sobre mi espalda, lo que me hacía esconderme de mí misma, de los demás, incluso de Dios. No podía soportar ser juzgada en cuanto me miraban; las arrugas marcaban mi rostro, asqueado de tanta esclavitud patriarcal, de tanta amargura. Y de repente, vi un gran grupo de gente que se dirigía al templo, siguiendo a alguien, un profeta, un nuevo profeta que harían callar como a tantos otros. Había perdido la fe, ya nada me conmovía. Pero, se me pasó por la cabeza como un relámpago, la idea de seguirlos. Yo… ¿ir al templo? ¿El lugar donde habita el mismo Dios y propiedad casi exclusiva de los hombres? Nooo!!! ¿Qué podría hacer yo en un lugar como ese, si no ser nuevamente el centro de las miradas que me acusaban y me avergonzaban? Y no sé cómo, me fui hasta allí. Me escondí en el rincón más oscuro, donde nadie pudiera verme. Habría querido acercarme a escucharlo, oir qué decía, qué explicaba… De repente se acercó a mí, a una mujer, a una enferma deforme, diciendo que quería ayudarme, que quería curarme, entre los gritos de los rabinos que clamaban al cielo porque era sábado y no era lícito hacerlo. Quería salir corriendo, cuando sentí sus manos sobre mis hombros. Y en aquel momento, con la joroba, desaparecieron todas las cargas que tanto me habían angustiado. Era libre; me había devuelto la vida, la esperanza, la dignidad… nos mirábamos a los ojos y en su mirada yo descubría la ternura de Dios. Y así, sintiéndome libre, sin yugo que me atara, libre de la opresión, de tanto sufrimiento… me quedé contemplando, gustando, oliendo todo lo que me rodeaba y hacía tanto tiempo había perdido.
Oración de acción de gracias por el envío misionero

[Esta oración fue leída por el consiliario de ACO, Jordi Espí Vives, en la Eucaristía misionera que se hizo el 3 de julio pasado en la Catedral de Barcelona. Jordi hará a partir de noviembre una experiencia misionera de apoyo al Prado de México] Señor Jesús, Tú que nos has escogido como apóstoles de tu buena noticia dirigida a todos los pueblos, te damos gracias por el llamamiento que nos has dirigido. Ayúdanos a ser fieles a este llamamiento totalmente gratuito, danos un corazón agradecido que busque cada día dar fruto en el servicio a los más pobres de nuestro mundo. Señor Jesús, Tú quien revelas el rostro amoroso del Padre, que quieres hacer justicia apoyando a los pequeños, a los débiles, a los oprimidos, a los excluidos, a quienes no cuentan. Te pedimos: danos un corazón de hijos y de hermanos, para que sepamos amar con hechos y de verdad; purifica nuestra fe, fortifica nuestra esperanza, aumenta nuestro amor. Nos queremos unir a Tí en tu plegaria exultante que da gracias al Padre, el cual se ha complacido al revelarse a los pequeños, a los humildes y a los pobres. Señor Jesús, Tú que has venido a llevar la buena nueva a los pobres y a liberar a los cautivos, Tú que has curado, Tú que has ofrecido el perdón de los pecados; Tú que has nacido pobre, has vivido pobre y has muerto pobre. Tú que has sido conocido como el carpintero de Nazaret y has llamado a unos humildes pescadores a ser apóstoles; Tú que nos has dejado en herencia el mandamiento de amarnos los unos a los otros como tú nos has amado, hasta morir en la cruz. Te pedimos: abre nuestro corazón a tu presencia, aleja de nosotros las ambiciones que nos apartan de tí; danos coraje y amor para ser un buen pan a favor de nuestros hermanos, como tú lo fuiste. Señor Jesús, Tú que has prometido el Espíritu Santo a aquellos que te siguen y te aman, envíalo hoy y siempre a nuestros corazones. Que Él nos enseñe a escuchar tu Palabra, a guardarla fielmente y a andar con confianza en las pruebas de cada día. Te pedimos que tu Espíritu Santo reanime en nosotros el fuego del amor; que ponga luz en nuestras dudas, sostenga nuestra esperanza y nos dé fortaleza para ser coherentes con tu Evangelio; que nos comunique el don de la paz y nos reúna en torno a la unidad; que su soplo renueve nuestra vocación y nos llame siempre a ser fieles a nuestro ministerio de pastores al servicio del pueblo de Dios. Señor Jesús, Como tus apóstoles que fueron enviados para llevar la Buena Nueva del amor de Dios a los más pobres; te confiamos nuestros caminos, nuestras dudas, nuestras debilidades, nuestros pecados, nuestras esperas. Muéstranos cómo vivir con agradecimiento y responsabilidad el llamamiento a servir, a amar, a construir tu Reino en nuestro mundo que Tú tanto amas; y danos luz, coraje y amor para ponerlos en práctica en la vida de cada día. Amen.
Oraciones de verano (Ciclo C)
Gracias Gracias, Señor, por todo lo que, con tu ayuda, he realizado durante el curso. Gracias por las personas que más he tratado y conocido. Gracias por todo lo que he aprendido de los demás. Gracias porque, contigo y para Ti, puedo vivir mi compromiso cristiano. Y de todo aquello que no he realizado bien o he dejado de hacer, te pido perdón, Señor! Al iniciar las vacaciones Marcos 6, 30-32: Los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: «Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco». Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a solas a un lugar desierto. Oración: Señor y Padre nuestro: nos has hecho la merced de poder disfrutar de unos días de vacaciones. Haz que los pasemos contemplando tus obras y compartiendo con los demás los dones de la alegría y de la paz. Te lo pedimos por Cristo, hermano nuestro. Amén. Nuevas relaciones Al encender esta lámpara, te pido Señor por todas las personas que encontraré durante el verano: Al terminar las vacaciones Carta a los Colosenses 3,16-17 La Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente. Cantad a Dios, dando gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre de Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Oración: Oremos. Dios y Padre nuestro: habiendo llegado al final de los días de vacaciones, te damos gracias por todo lo bueno que hemos experimentado y te pedimos que sepamos volver a nuestras actividades ordinarias con alegría y espíritu de servicio. Por Cristo, Señor y hermano nuestro. Amén. Breve Orar es ponerse al sol del Amor de Dios y dejar que vaya penetrando en tu piel. Me abandono a Ti Padre, me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras. Por todo lo que hagas, te doy gracias. Estoy dispuesto/a a todo; todo lo acepto para que tu voluntad se haga en mí y en las criaturas: no deseo nada más. Pongo mi espíritu en tus manos y te lo doy de todo corazón porque te quiero; quiero darme a Ti sin medida con una confianza total, ya que eres mi Padre. Perdón Señor, te ofrezco todo lo que hoy he hecho de bueno, y, de todo corazón, te pido perdón por las ofensas que te he hecho a Ti y a todos mis hermanos y a todas mis hermanas. Buen humor Señor, concédeme una buena digestión, y, naturalmente, algo que digerir. Concédeme la salud del cuerpo y el buen humor necesario para conservarla. Concédeme un espíritu sano, para que mis ojos se fijen siempre en lo que es bueno; y, ante el pecado, en vez de escandalizarme, busque un remedio eficaz. Concédeme un espíritu que desconozca el aburrimiento, que no proteste ante todo, ni se lamente continuamente. No permitas que me apegue a eso tan lioso que se llama “yo” Dame, Señor, el sentido del humor. Haz que me ría de un chiste o de una historia graciosa; para que pueda sacar algo de alegría de la vida y la pueda compartir con los demás.
Dame ojos para ver tu rostro en la pantalla y en la calle
[Esta oración se leyó en el encuentro de consiliarios de zona y de comisiones el pasado 7 de junio] Del evangelio segun san Juan (20,19-23): 19 Al llegar la noche de aquel mismo día, primero de la semana, los discípulos estaban reunidos y tenían las puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo: –¡Paz a vosotros! 20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al Señor. 21 Luego Jesús dijo de nuevo: –¡Paz a vosotros! Como el Padre me envió a mí, también yo os envío a vosotros. 22 Dicho esto, sopló sobre ellos y añadió: –Recibid el Espíritu Santo. 23 A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonéis, les quedarán sin perdonar. ORACIÓN: Oh Verbo eterno, que habitaste entre nosotros, y sigues susurrando en cada palabra, en cada rostro, en cada historia compartida. Tú, que cruzaste a la otra orilla, llévame contigo a los márgenes del mundo, a los rincones invisibles del barrio y la red, donde la soledad busca encuentro, donde la duda anhela sentido. Dame ojos para ver tu rostro en la pantalla y en la calle, en el obrero que lucha por la justicia, en la madre que cuida en silencio, en el joven que busca esperanza entre clics y algoritmos. Dame voz para anunciar la verdad sin ruido, sin arrogancia, sin miedo, sino con la dulzura de quien siembra y la certeza de quien confía. Dame manos para construir puentes, para tocar con ternura la herida abierta de este tiempo, para escribir palabras que sanen, que enciendan, que despierten. Espíritu de la novedad, enséñame a orar en lo pequeño, en el mensaje que consuela, en la imagen que despierte, en el silencio compartido. Que la tecnología no sea muro, sino viento que avive el fuego del Evangelio. Que las redes no sean jaula, sino redes de amor, de justicia y de encuentro. Hazme testigo en salida, discípulo en camino, voz en el desierto digital, y presencia viva en lo real. Amén. José Luis Iglesias Meilán
Señor, Tú siempre estás ahí
[Oración preparada por la diócesis de Lleida para el Comité General del 1/02/2025] LECTURA La tempestad apaciguada (Mc 4, 35-41) 35 Al anochecer de aquel mismo día, Jesús dijo a sus discípulos: –Pasemos a la otra orilla del lago. 36 Entonces despidieron a la gente y llevaron a Jesús en la misma barca en que se encontraba. Otras barcas le acompañaban. 37 De pronto se desató una tormenta; y el viento era tan fuerte, que las olas, cayendo sobre la barca, comenzaron a llenarla de agua. 38 Pero Jesús se había dormido en la parte de popa, apoyado sobre una almohada. Le despertaron y le dijeron: –¡Maestro!, ¿no te importa que nos estemos hundiendo? 39 Jesús se levantó, dio una orden al viento y le dijo al mar: –¡Silencio! ¡Cállate! El viento se detuvo y todo quedó completamente en calma. 40 Después dijo Jesús a sus discípulos: –¿Por qué tanto miedo? ¿Todavía no tenéis fe? 41 Y ellos, muy asustados, se preguntaban unos a otros: –¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen? REFLEXIÓN Nosotros, discípulos de Cristo, pasamos por miedos e inseguridades inmensas, gritamos desde el miedo a la tormenta, pero el Maestro nos ayuda, revelando así el poder del Evangelio. El Reino vence cuando alguien es capaz de dormir en el corazón de la tormenta. No terminamos de creernos que Dios va en nuestra barca. El mensaje de Jesús es que hemos de confiar, aunque parezca que Dios no se preocupa de nosotros. No son las acciones espectaculares de Dios las que nos han de llevar a confiar en El. Dios está más cerca de nosotros de lo que pensamos. PREGÀRIA Señor, no quiero dudar de la tu presencia cuando todo se hunde, cuando parece que la vida es injusta conmigo. Tú siempre estás ahí. PADRENUESTRO
“Sebas, militante de la ACO”
[Esta oración fue leída en el Comitè General del 28/09/2024] Gracias Madre ACO, que un buen día me invitaste a formar parte de tu gran familia, sin dejar de ser de mi barrio. Gracias por ayudarme a sentirme lo que era: “un cura obrero”. Gracias por tu paciencia a educarme en la “sabiduría de la REVISIÓN DE VIDA” de cada encuentro. Gracias por el fruto de la confianza y la serenidad de tantos hermanos, compañeros de tarea. Gracias porque al final me han hecho ver y gozar que en cada hermano obrero ¡ENCUENTRE A JESUCRISTO! ¡GRACIAS para siempre a todos y por todo! ¡LA PAZ ESTÉ CON VOSOTROS! Sebas Heredia, 6/08/2024
Presente
[Pepe Baena Iniesta, consiliario de ACO] Por motivo de la reunión de ayer del grupo de ACO del Gra de Mostassa y de todas las reuniones de grupos de revisión de vida pasadas, presentes y futuras. Siempre acompañadas por la discreta presencia de Jesús Muerto y Resucitado. Presente en el momento de antes de comenzar. Presente en aquellos que les cuesta llegar. Presente en los otros que a la hora están. Presente en los ausentes que no pueden participar. Presente en la oración que se hace primordial. Presente en cada hecho de vida a revisar. Presente en la hoja de libreta sin miedo para estrenar. Presente en las informaciones con una mirada plural. Presente en los silencios que hacen pensar. Presente en los sentimientos que emergen sin rechistar. Presente en las palabras sutiles con ganas de liberar. Presente en el Evangelio amasado para con Jesús conectar. Presente en el amor compartido como prueba de comunidad. Presente en la acción de gracias de una reunión por continuar. Presente, siempre Presente, en un grupo que haces Tuyo, Amigo de Verdad, para evangelizar.