«Responsables en camino» fue el lema del Encuentro de responsables de ACO que se ha hecho los días 15 y 16 de febrero en la Casa de Espiritualidad Maria Inmaculada, de las Franciscanas de los Sagrados Corazones en Tiana y en el que han participado en diferentes momentos una cuarentena de personas. El encuentro se dividió en dos espacios, el del sábado dedicado a conocer la realidad migrante en nuestro país y el del domingo, dedicado a la responsabilidad.
La tarde del sábado hubo una mesa de testimonios con Carles Sagués, de la Plataforma Sant Roc Som Badalona, Jaume Ventura, de Justicia y Paz de Badalona y Yolanda Akpoli, de la Unión Segundas Oportunidades. Todos constataron que nuestras ciudades han cambiado profundamente en las últimas décadas con la incorporación de personas recién llegadas y que, este hecho, “a los cristianos debe hacernos pensar en crear sociedades no tan cargadas de muros”, invitó Ventura que remarcó la importancia del hecho religioso a la hora de facilitar la integración.
La particular situación de Badalona salió en diferentes ocasiones: falta de mediadores, poca predisposición del consistorio a construir la ciudad de todos, una de las ciudades catalanas con más desahucios, servicios sociales infradotados, desmantelamiento de la Concejalía de Vivienda y en su lugar creación de la Concejalía de Desocupación… Un punto subrayado fue el de la vivienda y las dificultades de acceso; en este sentido, se recordó que en Badalona existen muchos espacios parroquiales y comunitarios vacíos y que podrían ponerse a disposición de las personas más vulnerables. Como ejemplo de buena práctica se explicó la acogida de un joven de Senegal en la Capilla de San Juan Bautista, de La Salut Alta; el Hospital de Campaña de la parroquia de Santa Anna; y la experiencia del Centro Cruïlla en Ciutat Meridiana.
De hecho, la plataforma que representa Sagués, nacida hace quince años, ha modificado su actividad, de promover actividades sociales y culturales en un barrio estigmatizado, a centrarse en la lucha por el derecho a la vivienda en los barrios de Sant Roc, Llefià y La Salut (cada mes afrontan unos 60 desahucios) y que se coordina a través de la plataforma Badalona Acull, para dar respuesta a las carencias en alimentación, vivienda y empadronamiento. A la hora de discernir las causas, Sagués apuntó a los «grandísimos tenedores de pisos» o fondos buitre que han adquirido las carteras inmobiliarias de los bancos y con los que resulta muy difícil negociar para que las personas que están en pisos sin acreditar su propiedad puedan acceder a un alquiler asequible. El activista lamentó que, pese a la legislación que lo prohíbe, muchos de estos desahucios se ejecutan a familias con informe de vulnerabilidad. Precisamente, hay un buen número de personas afectadas de origen migrante (pakistaníes, marroquíes y algunos latinoamericanos): “Mayoritariamente se nos dirigen mujeres y cargadas de niños. Es muy importante que les dediquemos tiempo y las escuchemos.” Desgraciadamente, estas personas sin derechos son abusadas por personas que ofrecen vivienda por vías no legales. De hecho, en Badalona también existe la realidad de los asentamientos precarios y que fue dramático en el 2020 con el incendio de una nave del Gorg donde murieron 5 personas y varias decenas resultaron heridas.
Yolanda, originaria de Togo y que lleva quince años residiendo en Badalona, participa activamente con temas de barrio y comunidad y ha creado la Unión Segundas Oportunidades, una ONG del barrio de La Salut Alta que vende ropa y muebles de segunda mano y que también hace formación a mujeres migradas. Yolanda destacó que semanalmente acogen a mujeres migrantes africanas “que llegan con muchos nervios, deben emprender de nuevo y salvar muchos obstáculos (lengua, cultura, comida, ropa). Intentamos aprovechar todo el bagaje de conocimientos y habilidades que tienen y concienciarles de que es muy importante que cuiden su salud, física y emocional”. La activista también destacó que necesitan “referentes raciales en diferentes trabajos ya que tenemos creencias limitantes: las mujeres racializadas sufrimos violencia económica machista, a menudo es necesario el permiso del marido para poder trabajar y dependen económicamente del hombre. Si estas mujeres invisibilizadas hacen un camino de empoderamiento, cambian ellas y cambia su entorno”. Yolanda también coincidió en que «la vivienda a las personas migradas nos atraviesa toda la vida» y explicó la realidad de hacer vida en habitaciones «sin ninguna intimidad y compartiendo el espacio con otras personas». Precisamente, Yolanda en relación al discurso de la ultraderecha que tanto penetra en las clases populares, defendió que “cuanto más sale la palabra seguridad, debemos hablar más de comunidad”.
Los testimonios se complementaron en la parte del diálogo abierto con la experiencia de la militante M. Rosa Sopena, que se ha dedicado diez años a la alfabetización y culturalización básica de mujeres inmigrantes, principalmente marroquíes, en el proyecto FAR (Formación, Acompañamiento, Relación) de la Fundación La Salut Alta (ver Luzysal n. 19).

La responsabilidad: cómo hacerlo mejor, cómo procurar los relevos
El domingo se dedicó el Encuentro de responsables a trabajar la responsabilidad a partir de un cuestionario previo que se debatió en cuatro grupos de trabajo y se compartieron en plenaria dos de las principales cuestiones. En cuanto a lo que se necesitaría para poder desarrollar mejor el servicio de responsable se destacó:
· hay un ideal de la responsabilidad que es un espejismo, conviene aceptar las propias limitaciones, adaptarse a los ritmos de vida de los miembros del grupo y dejarse llevar por el Espíritu Santo. En este punto, el consiliario general, Pepe Rodado recordó que «Dios no elige a los capaces, sino que hace capaces a los que llama» y recordó la máxima de san Ignacio de Loyola: «Debemos actuar como si todo dependiera de nosotros, pero sabiendo que todo depende de Dios.»
· cuidar la oración y poner la vida incesante del grupo en manos de Dios, para poder confiar más en nosotros y en los demás.
· cuidar la formación (gestión del tiempo, dinamizar reuniones, cuidado de las personas…). En la web disponemos del documento «La carpeta del responsable», que integra varios contenidos formativos de interés:
· hacer más tándem con el consiliario.
· vivir este servicio en positivo y enmarcarlo en el objetivo del movimiento: la evangelización de la clase obrera.
Y, en cuanto a la transmisión y el relevo de la responsabilidad, algunas aportaciones fueron:
· transmitirlo con alegría, pasión y entusiasmo.
· honestidad con los compromisos que comporta la responsabilidad.
· realizar una revisión de vida al final de la responsabilidad para ver cuánto hemos crecido y qué nos ha aportado.
· reinventar otros modelos de responsabilidad más comunitarios (corresponsabilizarse).
En el enlace se puede consultar el álbum de fotos del encuentro: