Un presupuesto que casi asciende a los 150.000 euros para el 2025 es la hoja de ruta económica que guiará a ACO para este ejercicio y que fue aprobada unánimemente por los responsables del Comité General el pasado sábado 29 de marzo. El responsable de la Comisión de economía, Josep Bonastre, recordó que este punto se ha retrasado porque la Comisión ha trabajado no sólo los números sino el sentido de fondo y que esto se ha concretado en un documento formativo Crecemos que pronto estará publicado.
El presupuesto 2025 se ha elaborado aplicando un incremento del 2,8% (IPC) en todos los gastos y con unas cifras continuistas respecto al 2024. Aunque las aportaciones por cotizaciones de los militantes tienden a la baja (defunciones, bajas, reducciones de cotización al jubilarse…) se quiere concienciar sobre la necesidad de incrementar las cotizaciones (también, aunque sea simbólicamente, de aquellos militantes que no cotizan), revirtiendo a ACO las importantes desgravaciones fiscales, y los donativos.
En este encuentro, las zonas aportaron una quincena de nombres de militantes que podrían realizar el servicio de presidenta a partir del próximo curso. Por parte del Comité Permanente se gestionará el contacto con estas militantes, se realizará la propuesta y se les propondrá que hagan la revisión de vida sobre la responsabilidad en su grupo antes de dar una respuesta en firme.
Por otra parte, se confirmó que la celebración de la Semana Santa sigue adelante ya que a estas alturas se ha superado el 50% en el número de inscritos y se recordó que el plazo máximo para hacerlo es el 10 de abril. El presidente de ACO animó a participar en este «momento culminante del movimiento y de encontrarnos como comunidad» y a invitar a personas no militantes.
La decisión sobre la aportación solidaria se ha aplazado al Comité General del 14 de junio para dar tiempo hasta finales de abril a proponer a más entidades.
Monografía de la zona Nou Barris
La monografía de la zona Nou Barris, que presentó Ferni Seijas, fue el otro punto destacado del Comité General. Este barrio de orografía montañosa, con mucha especulación, autoconstrucción y dificultades históricas para hacer llegar los servicios a los barrios ha sido conocido por su lucha vecinal, recogida en la exitosa película «El 47». «Las parroquias y los cristianos también han contribuido a esta lucha y dignificación. Son barrios construidos por gente que ha venido de otros territorios del Estado y de otros continentes y esto da mucha riqueza cultural, creo que tenemos el sello propio en el barrio de la integración», destacó Ferni.
Esta zona, de tamaño medio, con 41 militantes y 5 consiliarios distribuidos en 7 grupos (Bikini, el de los más jóvenes y Pa i Roses, el más veterano), tiene la mitad de los militantes viviendo en el barrio y la otra mitad en zonas adyacentes o más alejadas. También más de la mitad de los militantes trabajan dedicados a las personas (sanitarios, educadores, sector social…) y 9 están jubilados. La problemática de la vivienda es central y esto ha hecho que muchos hijos de militantes hayan tenido que marcharse y que varios militantes estén implicados en las reivindicaciones.

La zona de Nou Barris no cuenta con responsable de zona y estas funciones se las reparten en el Comité de Zona, que se reúne mensualmente. Una de las acciones que realizan es la oración comunitaria que realizan un viernes al mes en la Capilla de Sant Lluc (Torre Baró) donde participan 10-15 personas entre militantes y otras personas. Los objetivos que tienen para este curso son centrarse en las familias del barrio (especialmente las más vulnerables), crear red con otras entidades para detectar necesidades y fortalezas de las familias.
En la oración del inicio de la reunión que preparó la diócesis de Orihuela-Alicante se recordó a Remei Ramírez, traspasada el pasado 25 de marzo, una de las militantes históricas del movimiento (junto con su hermano Lleonard) y que fue la primera secretaria de la Pastoral Obrera con el obispo Joan Carrera. “Era sencilla, estaba siempre al pie del cañón y estimulaba mucho a la gente, tenía un deseo incansable de mejorar y ponía el alma donde estaba”, recordaron algunos de los responsables.