Una matinal con momentos para la celebración, el agradecimiento, la formación e incluso la emoción, así transcurrió la IX Jornada de comunicación ACO el sábado 5 de abril en el monasterio de Sant Pau del Camp, de Barcelona, en un acto abierto para celebrar los diez años de la publicación Luzysal de este movimiento de la Pastoral Obrera. En la bienvenida se recordó que el 18 de marzo de 2015 se presentaba el primer número de la revista en la iglesia de Santa Madrona. Una publicación semestral que tiene sus fundamentos en la fidelidad a Jesús y a los trabajadores, el desarrollo de temas de fondo, en dar voz a los sin voz, en el aprendizaje de los mayores, en la vocación por estar en la frontera, enredarse y hacer comunidad y en la vibración de la esperanza.
«Proyectos editoriales pequeños como el de Luzysal son representativos del periodismo de luciérnaga, es decir, el que da contexto, hace un periodismo humano y de fuego lento. Veo las portadas de la revista y veo los referentes, ¡qué regalo!», valoró Sonia Herrera, miembro del Consejo Editorial y participante en la mesa redonda, que fue moderada por Quim Cervera, consiliario de la Comisión de comunicación de ACO. «Luzysal, al igual que ACO, es un pequeño milagro, un pequeño oasis donde beber y conocer una lectura sosegada y serena. Es una publicación que ayuda a pensar en un contexto que existe una estrategia global para cargarse la necesidad humana de vivir en la verdad«, aportó Daniel Jover.

A la cuestión de cómo contribuir a dar voz al cristianismo de liberación, Mercè Solé, directora del Secretariado Interdiocesano de Pastoral Obrera de Cataluña y también miembro del Consejo Editorial de la revista, dijo que «es cuestión de autenticidad, no una Iglesia que juzgue, sino que acoja». E hizo notar que a los cristianos “nos falta una cierta osadía: somos mucha sal, estamos en muchas sopas, pero también debemos ser luz, salir con decisión de nuestros armarios cristianos y compartir lo que nos mueve con personas con las que tenemos una relación de calidad”. Por su parte, Jover hizo notar que «la Iglesia hoy es un gran estorbo para el neoliberalismo, porque la Iglesia liberadora incorpora la coherencia entre el sentir, el pensar y el hacer» y propuso «resistir en las catacumbas para fundamentar las propuestas, habrá que renovar las celebraciones e incorporar miradas laicas y a la mujer en plano de igualdad». Sonia Herrera contextualizó que todos los movimientos de una Iglesia de liberación «estamos en un momento de resistencia, ante la derechización de la propia Iglesia y tenemos el reto del relevo generacional. Nos corresponde salir del armario y trasladar a los testimonios y los referentes».
En la parte de los agradecimientos se recordaron a aquellas personas que se han entrevistado en la revista y que ya han muerto: Josep Fontana, Arcadi Oliveres, Víctor Codina y Viqui Molins. Así como la Comisión del Boletín, especialmente al militante Albert Marín, que precedió a la actual Comisión de comunicación, responsable, junto con el Consejo Editorial, de editar la revista Luzysal. También a los equipos de correctores y traductores, el diseño original del militante David González, la maquetación de Enric Vidal, el impresor Cevagraf y el manipulado y distribución a cargo de la Fundación Ginesta.
Varias personalidades entrevistadas o colaboradores de Luzysal alentaron con mensajes escritos a continuar con la publicación, como Jordi Armadans, Gabriela Serra, Laia de Ahumada, sor Isaura Marcos, Neus Forcano, Laura Mor, Pepa Torres o Xavier Casanovas.
A continuación, en el marco de la iglesia románica de Sant Pau del Camp, la cuarentena de asistentes a la Jornada pudieron disfrutar de un recital de Lídia Pujol, que había sido entrevistada en el n. 6 de la revista. Fue un concierto muy inspirado y emotivo en el que la intérprete se hizo acompañar por el público en alguna pieza como “Poeta y fangador”. La sala abad Safont de Sant Pau del Camp se decoró con varias páginas representativas de la revista y el acto finalizó con un aperitivo servido en el atrio.
Puede consultarse el reportaje fotográfico de Jordi Romero a continuación: