Esta es la frase con la que nuestro nuevo Papa se ha dirigido al mundo, su intención clara e inequívoca de luchar por la Paz.
¿Y cuál debe ser nuestro papel respecto a la Paz? ¿Cómo debemos enfrentarnos a toda esta vorágine de violencia que se va extendiendo alrededor nuestro?
¿Cuál debe ser la actitud de los cristianos cuando se habla de rearme, de gasto armamentístico, de miedo ante otros países?
Todo es muy complejo pero nosotros tenemos referentes importantes y claros cuando se busca y se lucha por la Paz.