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Los seis primeros meses en la coordinación de ACO

Mayo 12/Àngela Rodríguez/

Estos seis primeros meses como coordinadora de ACO me han hecho descubrir muchos aspectos del movimiento que desconocía, a pesar de llevar como militante 18 años, en los que he tenido varias responsabilidades, la última de las cuales fue responsable de la Zona del Baix Llobregat, ​​pero también he pasado por la responsabilidad de grupo y por la Comisión de Comunicación, entre otros servicios. Como coordinadora, he descubierto (y sigo descubriendo) muchos aspectos de gestión de una entidad pero también de trato, escucha y acogida a toda la militancia de ACO, aunque todavía no conozco a todo el mundo porque llevo poco tiempo, pero espero poder ir tejiendo lazos con los y las militantes de todas las zonas y diócesis.

Ya pensaba antes de incorporarme a la coordinación del movimiento que esta es una pieza esencial para garantizar un buen funcionamiento y lo sigo pensando ahora desde el corazón del movimiento; tanto la coordinación como todos los miembros del Comité Permanente contribuyen a que ACO siga adelante, con pluralidad de ideas y de opiniones, pero precisamente eso es lo que hace grande al movimiento y, por supuesto, con la implicación y el compromiso de toda la militancia de base, las personas responsables de zonas y diócesis, de comisiones y de grupos... todo el mundo hace un trabajo muy importante tanto dentro como fuera del movimiento. ¡Todos hacemos crecer y avanzar el movimiento!

Sigo con la misma ilusión desarrollando mis funciones que en el mes de noviembre, cuando empecé. También he aprendido muchas cosas nuevas, he tomado más conciencia aún de cuán necesaria es la cotización de los y las militantes para que el movimiento sea autosuficiente y pueda llevar a cabo todas las actividades, jornadas y encuentros, retiros, Semana Santa, etc. Además, la cotización resulta esencial para contribuir a ayudar a quien lo necesita; pienso sobre todo ahora en los y las militantes que pueden estar pasando dificultades económicas. Y también en el movimiento hermano, la JOC, que no atraviesa un buen momento económico, pero que ha sido tan importante para muchos de nosotros que estamos llamados a garantizar su futuro y apostar para que crezca.

He tenido que invertir mucho tiempo también en el desconocido campo de la solicitud y justificación de subvenciones, que pueden contribuir a dar un pequeño apoyo al movimiento pero que no representan, ni mucho menos, todos los recursos que necesitamos. Y eso que, en estos momentos, no tenemos tantos gastos porque no hacemos tantos viajes ni actos presenciales pero mantenemos viva la chispa del movimiento y nos seguimos encontrando y haciendo comunidad a través de la pantalla. No es lo mismo que encontrarnos cara a cara, pero nos permite continuar en movimiento. Ojalá podamos volver pronto a vernos en persona, aunque tenga que ser en un primer momento con todas las medidas de seguridad a las que nos obliga el momento actual.

Vivimos un tiempo extraño e inédito, marcado por la pandemia, en el que vamos mucho al día a día decidiendo de qué manera organizar cada encuentro, que hasta ahora están siendo online. También todo esto es nuevo. ¡Y quién nos iba a decir que deberíamos elegir nueva presidenta en un Consejo Extraordinario con herramientas de votación telemáticas! Esto no estaba previsto en las Normas de Funcionamiento de ACO, pero lo hemos tenido que organizar y con mucha alegría, ¡por cierto!

En el movimiento nos estamos reinventando cada día y nos tenemos que adaptar a la nueva situación. Las pantallas no pueden suplir la importancia de encontrarnos todos y todas juntos, de acogerse mutuamente, de relacionarnos y de comunicarnos, de conocernos más de cerca, pero al menos tenemos estas herramientas para continuar haciendo camino, de manera diferente, pero haciendo camino.

Aparte de esta situación, trabajar por el movimiento está representando para mí, como ya me imaginaba, un avance importantísimo en cuanto a mi compromiso con ACO, con la clase trabajadora y con el mensaje de Jesús, que han sido los principales motores de mi acción a lo largo de los años, tanto desde el ámbito laboral como personal.

Coincido plenamente con todo lo que nos expresaba la anterior presidenta de ACO, Maria Martínez, sobre lo que le ha aportado esta responsabilidad, aunque a un nivel mucho más humilde. Estoy viviendo este servicio como una riqueza, no exenta de dificultades, es cierto, pero ¿dónde no encontramos dificultades y obstáculos? Además, como nos decía Maria, estoy aprendiendo y me siento interpelada, pero también acompañada, valorada y querida. Y espero seguir aprendiendo y amar, valorar y acompañar al mismo tiempo a todas las personas que me rodean y, en especial, a la familia de ACO.

Àngela Rodríguez



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Somos Rocío Elvira, Jordi Soriano (presidentes), Àngela Rodríguez (coordinadora general) i Pepe Rodado (consiliario general).

Todas y todos escribiremos periódicamente en este blog colectivo para explicar qué hacemos y qué pensamos las personas que formamos parte del Comité Permanente de ACO.

Queremos acercar la experiencia de estar al frente del movimiento el tiempo que nos habéis confiado. Os mostraremos la cocina y los fogones, lo que habitualmente no se ve.

La corresponsabilidad, la ilusión, el empaparse de todos vosotros, pero también el cansancio, la convivencia con otras responsabilidades y cómo reponer fuerzas. Todo ello, os lo iremos contando al oído.