[Oración elaborada por Pepe Baena, acompañada de la lectura 2 Cor 4,7-15 y que fue leída en la Jornada de Estudio del SIPOC del 29/02/2020]
Señor Dios, te alabamos y te glorificamos
por la belleza de este don que se llama diálogo.
El diálogo desata los nudos,
disipa las suspicacias, abre las puertas,
soluciona los conflictos, agranda a la persona,
es vínculo de unidad y madre de la fraternidad.
Haznos comprender que el diálogo
no es una discusión ni un debate de ideas,
sino una búsqueda de la verdad
entre dos o más personas.
Haznos comprender que mutuamente
nos necesitamos y nos complementamos
ya que yo puedo ver lo que los otros no ven
y ellos pueden ver lo que yo no veo.
Señor Jesús, cuando aparezca la tensión,
dame la humildad para no querer imponer
mi verdad atacando la verdad del hermano,
saber callar en el momento oportuno,
saber esperar que el otro termine
de expresar completamente su verdad.
Dame la sabiduría para comprender
que ningún ser humano es capaz
de captar la verdad toda,
y que no hay error o disparate
que no tenga alguna parte de verdad.
Dame la sensatez para reconocer
que yo también puedo estar equivocado
en algún aspecto de la verdad y por dejarme
enriquecer con la verdad del otro.
Dame, en fin, la generosidad para pensar
que también el otro busca honestamente
la verdad y para mirar sin prejuicios
y con benevolencia las opiniones de los demás.
Señor Jesús, danos la gracia de dialogar.