Señor,
te presentamos nuestro próximo Consejo.
Ya desde ahora lo vivimos con mucha esperanza,
porque confiamos que tu Espíritu nos acompaña
en el propósito de seguir a tu Hijo Jesucristo.
«Yo hago nuevas todas las cosas», nos dices.
Por eso te pedimos que renueves nuestra fidelidad
al pueblo trabajador,
que nos ayudes a ser fieles
a las opciones más profundas de nuestro movimiento.
Nos queremos identificar con la Acción
que encabeza nuestro nombre,
para trabajar con mucha otra gente
en la liberación de tu pueblo
que más sufre las injusticias.
Sabemos que esta acción es Católica,
universal y solidaria
con las aspiraciones más nobles de todos los pueblos,
y vivida en el seno de la Iglesia,
unidos a tantos seguidores de Jesucristo.
Obrera es nuestra historia y nuestra opción
a favor de todos los desfavorecidos de la tierra,
unidos a todos los trabajadores y trabajadoras
que mantienen firme la esperanza
que se realizará el cielo nuevo y la tierra nueva
que queremos construir, unidos a ti,
poniendo criterios de Evangelio allí donde estemos.
Ayúdanos a escucharnos en nuestras diferencias,
ayúdanos a acoger las opiniones de los demás
como un enriquecimiento que nos hace crecer.
Danos tu Espíritu que nos renueve
con el aliento de la Buena Noticia
que es para nosotros tu Hijo Jesucristo,
que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.