Un año más ACO nos ha ofrecido a los militantes ─en el marco del Casal de Paz, a pocos kilómetros de Arbúcies, en plena natura─ la posibilidad de hacer un retiro, una pausa, los llamados "ejercicios de verano". Unos días sin las urgencias de los quehaceres cotidianos, haciendo ratos más o menos largos de silencio (según cada uno), atentos a las realidades profundas de nuestro interior, de la vida y del mundo, para descubrir el Espíritu que nos ha dejado Jesús para hacer posible que todo sea nuevo. Este año comenzaron el 21 de agosto por la tarde y terminaron el 25 después de comer, unos días muy inmediatamente después de los atentados de Barcelona y de Cambrils, que planearon sobre nuestras reflexiones y oración.
En este receso nos acompañó y nos orientó Josep M. Pujol, consiliario de zona del Baix Llobregat, que cada día nos ofrecía unos textos y unas pautas, introducidos con la contemplación de un icono con todo lo que decían sus detalles, estas imágenes tan características de las Iglesias de "Oriente". Textos y pautas en el contexto del lema de este curso que acabábamos, "yo hago nuevas todas las cosas": partiendo de la gran novedad que representa que Jesús haya entrado en nuestras vidas; contemplando el amor de Dios dignificando el universo, la naturaleza y todos los seres humanos, dándoles sentido; novedad ofrecida en primer lugar a los más olvidados, a los protagonistas de las bienaventuranzas; con la Iglesia, la comunidad que celebra y anuncia esta novedad.
Cada noche, en la oración compartíamos los aspectos en los que cada uno se había centrado durante el día o comentábamos algún detalle, pensamiento o vivencia que queríamos destacar. Tres noches también, después de cenar, hicimos un rato de debate e intercambio: uno, sobre los atentados; otro, a partir de ver el documental Los olvidados de los olvidados (que puedes encontrar en el enlace); y el tercero sobre nuestros compromisos en estos momentos.
Éramos casi una veintena, que como suele ocurrir en el encuentro de Semana Santa, aprovechamos para compartir nuestras vidas y situaciones en las comidas y las sobremesas, estos momentos que fortalecen los vínculos de hermandad entre militantes de zonas diversas del movimiento.
Josep Pascual