[Ramiro Pàmpols sj. Cura obrero jubilado] El fin de semana, del día 2 al 4 de septiembre, nos hemos reunido en Orlay, cerca de París, 60 curas obreros franceses y 15 del resto de Europa. El tema escogido por los P.O. franceses ha sido ¡“Apasionados de fraternidad”! Nosotros teníamos que escogerlo para el próximo año. Ellos se reúnen cada dos años y nosotros, los P.O. europeos, nos encontramos cada año, una vez en Francia y al año siguiente en Alemania. Somos una buena diversidad de Alemania, Suiza, Holanda, Bélgica, Francia y España (ocho de Cataluña), hombres y mujeres en el ministerio pastoral y laboral y algunos miembros laicos y ordenados de la Iglesia anglicana.
El grupo francés está constituido por los ya jubilados, algunos casados, y los que están en actividad laboral que toman el nombre POAP (Prêtres Ouvriers en Activité Professionelle). Hemos hecho reuniones juntos y aparte. Los compañeros franceses han entrado a fondo sobre tres cuestiones que les inquietan: "Actualidad del Evangelio en un mundo secularizado", "Acoger y compartir el Evangelio en tierra obrera", "Compañeros de humanidad para vivir la esperanza". Han estado acompañados por un teólogo muy cercano a su sensibilidad, Maxime Leroy, y el obispo francés sin diócesis propia, Jacques Gaillot.
Tras presentar tres testimonios para impulsar el debate, se dividieron en tres grupos: uno por cada tema. A mí me atrajo su puesta en común al término de la jornada. Les costaba describir qué decir a la hora de hablar “secularmente”... Os lo diré mediante algunas frases que en realidad querían ser balbuceos, aproximaciones, perplejidades:
Por encima de todo esto flotaba un fuerte sentimiento de esperanza, difícil de expresar, pero que les hacía sentirse vivos y prolongar hasta la muerte lo que había sido su condición obrera.
Por nuestra parte, tuvimos un trabajo más elemental y sencillo: debatir qué cuestión trataremos el próximo año, en qué país y la fecha. De menos a más escogimos: Lille, en el norte de Francia, en el mes de septiembre del año 2023, para la celebración del Encuentro, y como cuestión de fondo tratar: “Sentido que toma el trabajo después de la pandemia, cambios que se están produciendo y que le afectan en profundidad, y de qué nuevas opresiones deberá liberarse el mundo del trabajo en el futuro inmediato”.
Tomando el avión de vuelta a Barcelona me golpeaban tres o cuatro convicciones, expresadas por los compañeros franceses a lo largo de los dos días de reunión: Un fuerte sentimiento de esperanza en el futuro del colectivo a pesar de la disminución que sufre, un deseo intenso de justicia para todos, desde Ucrania hasta América Latina, una voluntad de seguir en pie organizados, en Partidos, Sindicatos y Movimientos populares, y vivir la seducción de Cristo.
La Eucaristía del final de la primera jornada dijo el resto con dos canciones compuestas por uno de los P.O. franceses:
“Compagnon de colère, compagnon de combat
Toi qui l’on faise taire, toi que ne comptais pas
Tu vas pouvoir en fin le porter
Le chiffon rouge de la liberté”…
“Debout: Nous voulons vivre debut!
Avec tous ceux que ne peuven plus marcher!
Vivant! Nous voulons rester vivants!
Avec tous ceux qui n’ont rien à esperer!
En los enlaces puede consultarse el álbum de fotografías.