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Participantes en la jornada formativa de la diócesis de Vic.

«Cómo construir comunidad y no morir en el intento»

Jornada de formación de la diócesis de Vic el 12 de marzo pasado

Abril 07/Joan Andreu Parra/

[Diócesis de Vic] Bajo el lema “CONSTRUIR UNA COMUNIDAD Y NO MORIR EN EL INTENTO. Signos del Reino de Dios” la ACO de la diócesis de Vic organizamos un encuentro de formación el pasado 12 de marzo en la parroquia de Montserrat, en La Balconada en Manresa, con unas veinte personas asistentes entre militantes de Manresa, Igualada y Ripoll e invitados de la propia parroquia y otros movimientos.

El conductor del tema fue Pepe Rodado, que hace de camarero-limpiador en una residencia de jóvenes deportistas, es consiliario de ACO y de la JOC de Nou Barris y colabora en las parroquias de Torre Baró y Vallbona, de Barcelona. Pepe expuso que, ante la preocupación sobre las dificultades que hay para hacer comunidad, enseguida ve que nuestras preocupaciones también son las suyas. Se ordenó el encuentro siguiendo el esquema de RV de forma abierta. Así pues, todos haremos aportaciones y a la hora del juzgar, se dirá alguna pista que ha pensado.

Se comienza un VER.

Es necesario que primero nos demos cuenta de que no estamos solos. Si vemos que sólo somos los que ahora estamos aquí, no hacemos una buena lectura, la comunidad se extiende más allá de nuestro grupo.

Preguntémonos, pues, cómo podemos hacer comunidad; sobre los signos del Reinado de Dios que vemos hoy.

Démonos cuenta también de la diferencia que existe entre laicidad y laicismo.

Hablamos de un mundo al que Dios sostiene y le da la sal y el gusto a la vida.

¿Cuándo hacemos comunidad qué queremos decir?

¿Entendemos la comunidad circunscrita sólo al ámbito de la Iglesia o vemos que es necesario que la comunidad tenga también una dimensión que abarque a toda la sociedad?

Debemos aprender a tener una conciencia colectiva, de comunidad. Hablar de hacer comunidades no significa encontrar la forma de llenar las iglesias...

Algunas aportaciones

  • Es necesario que la comunidad vaya más allá de la Iglesia y abarque también a los compañeros de trabajo, a los amigos, tanto a los próximos como a los que han llegado recientemente.
  • Colaboro con una AVV y también voy a la coral donde canto; en todas partes ayudo en lo que puedo hacer para que haya más comunidad.
  • Mantenemos el contacto con la gente que ha perdido el contacto con la Iglesia. Veo dificultades en ofrecer a los compañeros de a pie el mensaje cristiano que compartimos en el Movimiento.
  • En la parroquia de S. Mauro nos sentimos bien acogidos.
  • Compartir las vivencias, hacer camino juntos, es lo que intento hacer, también en Cáritas; ayudar a hacer comunidad.
  • En Manresa he tenido que rehacer mi comunidad personal de nuevo. También con las compañeras de trabajo, que son de distinta religión, compartimos nuestras experiencias. Ser de distintas religiones nos ha enriquecido y unido. Ahora busco una parroquia en la que me pueda sentir acogida, seguramente será El Carme, de Manresa. También voy a cantar a la Seu.
  • Sobre el sínodo convocado por el papa Francisco, nos dio una conferencia Víctor Codina que decía que había que hacer camino juntos.
  • Dificultades que encontramos para construir comunidad en un entorno sin referentes, muy diversa, laicista.
  • Ahora no hay referentes ni en la política, ni en la Iglesia, personas como Casaldáliga que tenían una palabra sólida. Gente así, ahora no hay.
  • Faltan referentes de gente que tenga prestigio, conocimientos y coherencia de vida que avale lo que dice. O sea que tenga autoridad y no autoritarismo fundamentado en la violencia y la represión. Ahora, por el contrario, el gobierno dice una cosa y los jueces otra, y los médicos otra; ahora las pautas no se imponen por autoridad o prestigio, sino por el miedo (ley mordaza). Y las referencias que teníamos se han muerto, pienso en Arcadi, Carles Capdevila, Florenci Costa y Pep Escós. Y cuando el Papa hace una reflexión profunda, los medios le ignoran. Hay un programa de televisión que se titula Todo es mentira.
  • Ahora nos presentan la libertad como vivencia individual, no colectiva. En las empresas cada trabajador debe negociar individualmente su convenio con la dirección.
  • Hay muchas películas y canciones de discoteca que hablan de la rebelión de los jóvenes contra todo tipo de referencia. La modernidad está en contra de las instituciones.
  • El miedo es un elemento que dificulta la creación de comunidad. En Cáritas queremos hacer mentorías con jóvenes, o sea que acompañen a gente mayor, y las familias han tenido miedo de que los jóvenes se implicaran en asociaciones.
  • Mundo del laicismo. En el Concilio Vaticano II se reconoció la autonomía de la realidad, extendiéndola más allá de la religión. El mundo es autónomo; debe hacer lo que decida. Pero la ideología laicista piensa que debemos desprendernos de la visión religiosa teocéntrica de la vida. En este ambiente cuesta manifestar nuestra fe. Por otra parte, todo lo humano va acompañado de ambigüedad.
  • La libertad es relación, o sea que sin una red de acompañamiento no es posible construirnos como personas. Somos animales de cultura, todo lo que sabemos lo hemos recibido de quienes nos han precedido en el tiempo.
  • He encontrado a unos no creyentes que me dicen “reza por mí”. No podemos renunciar a ser testimonios.
  • Hay quien lo ve todo negativo y esto demuestra una carencia de confianza. De lo contrario hay que hacerlo todo con confianza, y no sólo una confianza en Dios, sino también en los hermanos.
  • No somos sólo nosotros, conozco a un subsahariano que tiene una hija enferma, ha sido acogido por otro subsahariano y unas familias de aquí le han hecho un contrato de trabajo para que pueda regularizar su situación administrativa y laboral.
  • Oportunidades. Yo confío en que Dios está a mi lado y me tiro a la piscina.
  • Es necesaria una actitud abierta, sin prejuicios, todos somos diferentes y necesitamos dirigirnos a los demás con una mirada de amor.
  • Una oportunidad es establecer relaciones entre grupos.
  • Sale una solidaridad en momentos negativos.

Entramos en el JUZGAR.

Características fundamentales de la comunidad.

La antropología nos dice, y también la tradición cristiana, que somos humanos junto a los demás. Nacemos en una familia de la que recibimos cultura y valores que dependen mucho del lugar en el que vivimos. No somos nada sin los demás. Y los demás también nos condicionan. En Japón hay jóvenes que nunca salen de su habitación y en nuestra casa son muchos los jóvenes que pasan horas y más horas frente a la pantalla.

La historia del movimiento obrero muestra una experiencia que se ha construido y formulado desde la explotación y de la que ha surgido una rebelión. En la lucha por la paz, la tradición que viene del movimiento obrero es esencial. Hoy los sindicatos están centrados en los problemas de los trabajadores que tienen trabajo y contrato de trabajo y dejan fuera a todos los que viven precariamente. Su capacidad profética se ha convertido en algo vacío, sin sal. La historia, que antes era colectiva, ahora se ha convertido en individual: mientras me solucionen mi problema ya tengo bastante.

Tener fe en Jesucristo y su Reino; es necesario librar el Reino de la referencia geográfica que siempre tiene la palabra reino, y que presenta a los reyes como dueños de un territorio. Es mucho más acertado decir reinado, o sea el lugar donde está Dios, y personas que le abren el corazón y que confían en él. Es necesario entender el Reinado de Dios con un sentido de comunidad. Y una comunidad en la que cada miembro sea plenamente reconocido. No como la sociedad marxista rusa que se entendía el grupo como un instrumento de poder, y las personas concretas quedaban ignoradas. Es necesario vivir la comunidad desde Jesús, y no solo sino con los demás.

Desde la fe somos comunidad y captamos a Dios como Padre, Hijo y Espíritu. Nuestro Dios no es un Dios solitario, sino solidario. O sea que desde Jesús hay que tener una preocupación por los de alrededor. El Reinado de Dios es un proyecto de fraternidad, entre hombres y mujeres sin exclusión alguna.

Se nos empuja por la sociedad neoliberal, y nos gusta pensar que el pobre, el marginado, lo es por su culpa; que se espabile, porque han querido. A menudo hemos descabezado el mensaje de Jesús haciéndolo algo vacío, sin sal, sin carga revolucionaria, ni contracultural, ni provocativo. Él dijo bien claro que el discípulo no es más que su maestro. Francisco de Asís lo dice bien claro: Donde falte amor pon amor y encontrarás amor. O sea pongamos comunidad donde no hay comunidad.

Unas mujeres que rezaban el rosario y eran menospreciadas por militantes sociales, en su ámbito (todos tenemos un ámbito que sentimos más cercano) eran grandes militantes del amor y de la comunidad. Se afanaban mucho por cuidar de sus hijos y de los nietos.

Mensaje de Cuaresma: Convertíos (daos en cuenta) que el Reino de Dios está con nosotros; darnos cuenta de los signos del RD que hay en nosotros. Bienaventurados los limpios de corazón porque verán a Dios. Lo decía siempre el obispo Joan Carrera.

En el Cuaderno de Cristianismo y Justicia n. 226 titulado Recuperar los bienes comunes, reivindicar el buen vivir, se habla de dos formas de entender la vida.

En nuestro mundo dominado por los mercados todo es mercancía; todo se rige por los valores neoliberales, el individualismo, el éxito individual, la naturaleza separada de la vida, la propiedad frente los derechos de las personas.

Por otra parte, los principios del bien común son otros: fomentar los vínculos sociales y unas formas de gobierno donde nadie sea excluido.

Ahora el Sínodo de los Obispos nos piden que opinemos. La economía debe ser social y ya existen muchas iniciativas que no tienen en su centro el beneficio económico. Son muchos los que no están de acuerdo con el actual modelo económico capitalista. No se ha llegado al final de la historia como ellos quisieran.

La Revisión de vida es una experiencia comunitaria de primer orden, algunos que lo ven desde fuera lo captan como un momento privilegiado. Un sitio con un potencial comunitario de primer orden.

Tocar con los pies en el suelo es necesario, imprescindible pero la lectura de la realidad puede convertirse en muy dura y hay que complementarla con la esperanza.

Darse cuenta del alcance del cambio climático puede generar angustia; sin embargo, hay que compensar el pesimismo de la razón con la esperanza del amor. Una esperanza en Dios que cumplió su palabra en Cristo resucitado. Otro Dios es posible. El Padre, el Hijo y el Espíritu forman una comunidad: nuestro Dios no es un cuento, solitario, ceñudo.

En la tierra podemos arraigar la esperanza como motor de transformación social.

Podemos releer el Padrenuestro fijándonos en sus referencias comunitarias.

Padre nuestro; no sólo mío

Venga a nosotros tu reino; a todos no sólo a mí ya los míos

Nuestro pan de cada día dánoslo; El pan de todos no sólo el mío, a todos, no a unos pocos

Y perdona nuestras culpas así como nosotros perdonamos; a todos, no sólo a mí, las culpas de todos, que el perdón, la salvación no sea individual

Y no permitas que caigamos en la tentación y líbranos. A todos

de cualquier mal. Amen.

 

Preparamos el ACTUAR.

Cuestiones:

  • ¿Dónde y con quién quiero centrar mi acción comunitaria? Que cada uno se lo piense.
  • ¿Dónde queremos construir comunidad colectivamente? Puede ser motivo de reflexión de los grupos.
  • ¿Qué acción comunitaria, como movimiento, podríamos emprender? Es una nueva orientación que se va extendiendo por los grupos; realizar una acción colectiva como zona, como diócesis, como ACO...
  • En la parroquia hacemos encuentros para compartir recursos. Ahora, la celebración de los 25 años de la parroquia puede ser una nueva oportunidad.
  • Tenemos grupos de celebraciones en los que participan latinoamericanos. Es necesario aprender a aprovechar las redes sociales.
  • Celebramos el aniversario de JM Pujol de forma muy emotiva. También hacemos estudio de evangelio abierto a todo el mundo.
  • Libro: Personas y trabajo, de Rafael Allepuz.


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