[Concha Parra] En 2019 la plataforma Catholic Women's Council (CWC), que trabaja por la dignidad y la igualdad de las mujeres en la Iglesia, propuso una peregrinación que consistía en un trabajo de análisis y proyección en todos los grupos de mujeres de Iglesia que quisieran añadirse. Esta peregrinación debía concluir en la primavera de 2021 en Roma. La pandemia irrumpió y obligó a cambiar los planes, finalmente terminará en otoño de 2022 en un Sínodo de Mujeres que será virtual. Allí se presentarán las iniciativas, deseos y metas hacia una Iglesia realmente sinodal.
Así, cuando ahora empezamos a trabajar los ejes que conforman este Sínodo, coincidimos en el tiempo con las propuestas que nos llegan a raudales para hacer aportaciones al Sínodo 2022-2023 a través del cual el papa Francisco invita al Pueblo de Dios a expresarse. Y podría parecer que ante la propuesta oficial de la Iglesia, las mujeres “se han querido subir al carro”, ¡pero ya veis que las cosas no han ido así, el Sínodo de Mujeres se gestó antes! Quizá, al fin y al cabo, la coincidencia acabe siendo positiva.
En este escenario, el pasado 17 de febrero en la C/ Tapioles hicimos un taller en ACO para trabajar el eje 1 del Sínodo de Mujeres: La situación de las mujeres en la Iglesia. Lo hicimos a partir del material facilitado por CWC y lo organizamos algunas de las mujeres de ACO que participamos en la coordinadora #AlcemLaVeu.
Iniciamos la tarde con una oración, para conectar con lo que íbamos a hacer. El taller sigue un recorrido similar al que hacemos en una revisión de vida: ver, juzgar y actuar.
En la primera parte íbamos poniendo títulos en las fotografías que proyectábamos; algunas eran desgarradoras y otras esperanzadoras. También recogimos narraciones en primera persona: de cuando eran pequeñas (vivencias en las escuelas de monjas, los contactos con los movimientos), experiencias que nos han marcado (mujeres desautorizadas por curas, menoscabo de trabajos en las parroquias, no tener en cuenta a los laicos), deseos no cumplidos...
En la segunda parte leímos unos textos y extraímos las ideas que nos parecían principales:
Y, por último, en la tercera parte pudimos verbalizar alguna propuesta sobre la Iglesia que queremos. Por ejemplo, que las celebraciones en nuestros movimientos puedan ser presididas por mujeres, no como anécdota sino como costumbre. Recordábamos el lema de las compañeras de la Revuelta de Mujeres: “Hasta que la igualdad se haga costumbre”.
Agradecemos la participación de todo el mundo que fue fluida y rica. Y algo más, puedes descargar el taller aquí. ¡Os animamos a hacerlo!
Hasta la próxima... ¡tenemos más ejes para seguir trabajando!