[ACO-Vic] A las 11 de la mañana del domingo 9 de junio, nos reunimos en la iglesia de San Mauro de Santa Margarida de Montbui para compartir la eucaristía que presidió Josep Maria Pujol, consiliario del grupo de Igualada de ACO. Allí los militantes de ACO de la diócesis de Vic (Igualada, Manresa y Ripoll) conjuntamente con miembros de la Frater, movimiento que ahora hacía tiempo que no hacíamos ningún acto conjuntamente, pero que esperamos hacer muchos más a partir de ahora, además de la gente habitual de los domingos en misa, se dio por empezado el encuentro.
Siguiendo el título del encuentro de formación que se celebró en Manresa sobre “Espiritualidad y Compromiso”, realizado por Pepe Rodado, ahora tocaba hacer “Espiritualidad y Enfermedad”, con los ponentes de Frater, Isabel Paredes y Ciscu Montes. Con unas 25 personas reunidas en los locales parroquiales de Sant Maure, después de presentarnos todos, Isabel explicó su vida de enfermedad ya de nacimiento. Una niñez y adolescencia marcadas por la enfermedad y la no aceptación de muchas personas. Pero una peregrinación a Lourdes le ayudó a abrir los ojos que en el mundo había más gente enferma y que antes se preguntaba: "¿Por qué yo?" y a partir de entonces sería: "¡¡Y yo también!!". En Lourdes conoció a Frater y también se produjo el cambio o milagro personal de tirar adelante con la ayuda de la fuerza de Dios. También la oración y la Renovación carismática son puntos de ayuda a su vida de treinta años dedicada al despacho interparroquial de Igualada, entre otras cosas.
En Ciscu, en cambio, la enfermedad empezó a hacerse presente hacia la adolescencia. Salía con sus amigos y no podía seguir su ritmo, así como en el trabajo que sólo pudo realizar durante dos años. Su madre estuvo a su lado y lo comprendió, sin embargo su padre no aceptó su enfermedad, una insuficiencia renal y desde los 18 años con diálisis. Buscó la espiritualidad y un sentido de la vida con libros, personas, testigos de Jehová, espiritistas, renovación carismática, los viajes a Lourdes durante cuatro o cinco veces. Pero en Frater se encontró acogido, le trataron como a uno más de la gran familia de Frater. La oración en los momentos previos a las numerosas operaciones, el saber que tenía gente orando por él y sus vivencias interiores de que hay algo más allá de la muerte, una fuerza que nos empuja hacia la vida. Su madre le hizo el regalo más precioso en esta vida, un riñón y con Fina, su esposa y sus dos hijos, pudo formar una familia. Tres días a la semana debe hacer diálisis, momentos de bajada de salud como una parada cardíaca no hace mucho, pero aún así, la presencia de Dios está viva en su vida, desde las pequeñas cosas de la naturaleza o un bebé, él ve la presencia de Dios y le da ánimos para seguir hacia delante.
Con estas dos charlas nos dimos cuenta de que en el mundo todos somos hermanos y que debemos agradecer al Padre cada momento de esta vida y debemos aceptar la enfermedad con coraje y salir adelante con la ayuda de nuestros seres queridos y del Padre que siempre está a nuestro lado. Unas vivencias de vida, confianza, enfermedad pero también superación.
Después de compartir el almuerzo, como es habitual de ensaladas y pollos al ast con la fruta como postre, los amigos de Frater se despidieron y esperamos no tardar mucho en volver a reencontrarnos para compartir experiencias y vivencias de vida.
Para finalizar el Encuentro, el responsable diocesano compartió con todos, las últimas novedades en ACO, como el Plan de Curso del próximo año, las tareas encomendadas en Semana Santa y otros temas. Cada responsable de grupo habló de su grupo y cómo estaban y sobre las 5 de la tarde nos despedimos y hasta el año 2025, que haremos nuevamente otro encuentro de fin de curso en la diócesis de Vic.
Pueden consultarse las fotografías en el enlace: https://flic.kr/s/aHBqjBuNMT
[ACO-Lleida] El pasado 1 de junio la ACO de Lleida celebró la asamblea de fin de curso en la parroquia de Santa Tereseta, con la asistencia de dieciséis militantes y de Pepe Rodado, consiliario general. En la asamblea se ha compartido el estado de los grupos, se ha aprobado la memoria de actividades y el calendario del próximo curso. También se ha hecho una reflexión interesante sobre la participación de ACO en las estructuras y asambleas de la diócesis. Más información y fotografías en el enlace: https://www.acolleida.org/assemblea-fi-curs-2023-2024
[ACO-Girona] Este primer fin de semana de junio hemos celebrado el encuentro de fin de curso de la zona de Girona. Un encuentro que hacemos cada año en Arenys d´Empordà, es una jornada muy bonita que todos esperamos con ilusión. Nos encontramos a media mañana y después de saludarnos y hablar un rato, hacemos un Estudio de Evangelio que nos prepara Félix, consiliario y referente de nuestra zona. Después del Estudio de Evangelio y el picoteo, comemos todos juntos acabando de pasar una buena tarde y deseándonos a todos, un muy buen verano.
Compartimos con vosotros la alegría del encuentro y una oración que nos ha acompañado este fin de curso con motivo de la elaboración de la monografía de zona de Girona compartida en el Comité general.
Muy buen verano a todos y todas.
Este año se conmemoran los 30 años de la muerte de Joaquim Vallmajó, misionero en África, Ruanda con los Padres Blancos. Joaquim Vallmajó nació en Navata (Alt Empordà) en 1941 y fue asesinado en Ruanda el 26 de abril de 1994.
Quim, gracias a su fe, fue capaz de dar lo mejor de su ser al servicio de la Iglesia de Ruanda y al servicio de las poblaciones ruandesas en momentos de paz y de guerra, luchando contra las injusticias de unos y otros, controvertiendo el poder de quien quiere ganar aplastando y matando.
Tanto se implicó que llegó su propia hora. Ya había determinado que "se había casado con un pueblo de pobres" que, en aquellas circunstancias tan crueles, no podía huir dejando a sus queridos desamparados. Hacía tiempo también que había escrito una frase que quedará grabada para siempre: "¡Solidaridad ahora, o nunca!".
Las alegrías y las penas de la gente las hacía suyas. No se echó atrás de su vocación misionera y de la voluntad de Dios. Lo mataron porque se había quedado entre los suyos hasta el final, porque conocía demasiadas cosas de los militares invasores y podía ser un testigo nocivo. De hecho, los asesinos no dejaron rastro ni noticia alguna.
Ahora, 30 años después, nos sentimos orgullosos de tener en el cielo a un santo mártir intercesor; un testimonio cercano de alguien que ha sabido perder y ganar la vida amando.
En este sentido:
Te lo pedimos Señor.