La responsable del equipo Motakos, de la zona Baix Llobregat, ha podido explicar su experiencia como fisioterapeuta en la UCI del Hospital de Bellvitge en la televisión local de l'Hospitalet de Llobregat. Puedes consultarla en el enlace.
Aparte, Enric Blasi, militante veterano de 86 años, es uno de los testimonios de personas mayores que cuentan su experiencia de vida durante el confinamiento en este artículo publicado en El Periódico. Aparte, Enric nos envía este escrito que complementa ampliamente lo que se publicó en el diario:
Soy una persona mayor, tengo 86 años y vivo solo. ¿Cómo lo paso? Hasta ahora me apaño bastante bien, sobre todo gracias a la señora de la limpieza que no ha dejado de venir desde Sant Cugat a Barcelona. Como nunca me habían hecho una encuesta preliminar creí que con una charla de 10 minutos al teléfono era suficiente para que se publicara mi conversación al cabo de dos o tres días. He dejado pasar un tiempo y parece que nada de nada, lo siento. De todas formas he procurado recordar todo lo que hablamos y lo he resumido tanto como me ha sido posible; aquí tenéis lo que no se publicó, juzgad vosotros.
Yo casi no salgo a la calle. Al principio estuve unos días inquieto, angustiado, todo el mundo estaba un poco desconcertado y parecía que nadie me hacía caso. Finalmente, mientras dure esta pandemia, todo se ha arreglado de la mejor manera posible. Ahora únicamente salgo a la farmacia y a comprar el pan, todo delante de casa.
¿Por qué creo que pasa esto? No lo sé. Hace sólo un mes habría dicho que era imposible que en pleno siglo XXI algo así pasara. Quizás vivimos confiados en que la ciencia y el progreso tecnológico son capaces de dominarlo todo. Y esta realidad nos hará observar mejor dónde hemos errado. Así, juntos, no volver a tropezar de nuevo; sobre todo para que las jóvenes generaciones, que ahora empiezan la vida la puedan disfrutar de la mejor manera posible.
¿Cómo creo que será cuando termine esta pandemia? Tampoco lo sé. Pienso, creo sinceramente, que solo hay dos opciones: 1ª opción: Seguir igual, haciendo algunos retoques y variaciones necesarias para un mejor aprovechamiento de los de siempre. 2ª opción: Empezar todo de nuevo. Creo que la democracia sin libertad no es democracia... no sé qué es, pero democracia no.
¿Entonces qué?... Yo apunto que la pandemia más grande de este siglo XXI son las multinacionales y el gran robo a través de la banca para evitar hacer "crack" en el actual sistema económico. Pienso que es por aquí por donde deberían empezar a aclararse las cosas. Para opinar mejor habría primero que poder llegar a ver el fin de esta situación, donde el caos y el desorden actuales únicamente son solucionados gracias a la responsabilidad y el buen hacer de unas personas que por su conciencia de humanidad continúan trabajando y son imprescindibles, desde médicos, enfermeras, ayudantes, servicios de urgencia... hasta oficinistas, mecánicos, electricistas... servicios de limpieza y mantenimiento de servicios públicos, etc. Me maravilla cómo en caso de "necesidad extrema", por no decir de tragedia, salen voluntarios y buena gente que colabora y ayuda. Mientras que en la vida real, cotidiana, donde siempre pasa lo mismo: por ejemplo, en las reuniones administrativas anuales de vecinos normalmente va poca gente y nadie quiere ser presidente... ¿por qué? ¡No quieren trabajo! La vida de ahora deshumaniza poco a poco a las personas. ¿Es así como se quiere continuar cuando todo acabe bien?
Cuando todo acabe; los que quedamos, y me gustaría mucho estar ahí, creo que tenemos una deuda con todos estos trabajadores que responsablemente han ocupado un puesto de trabajo, generalmente su puesto de trabajo, que era preciso que siguieran ocupándolo para poder salirse de él, nosotros y ellos, de este... lío, por no decir una palabrota. Además, a todos ellos les daría un mes de vacaciones pagadas para que se pudieran recuperar del mal trago pasado y el coste sería a cargo de los que voluntariamente quisiéramos colaborar, en señal de amistad y en agradecimiento a su generosidad. Espero estar allí.