Octubre 08/Montse Ribas/
Fui a la Jornada de fin de curso del Besòs en la casa de colonias Mogent, de Llinars del Vallès, el pasado 29 de junio.
Justo me acompañó a la jornada y se marchó a la jornada de fin de curso del Baix Llobregat, que también coincidía el mismo día. Es de agradecer, el pensar en mí.
Comenzó la acogida con una chocolatada. Andrés Viedma, responsable de la zona de Besòs nos dio la bienvenida. Fue un celebrar este fin de curso acompañado de muy buen ambiente de acogida, amistad, buena conversación, buena convivencia, vida de comunidad cristiana. Éramos unas treinta y cuatro personas aproximadamente, desde una generación muy grande, otra más veterana y otra más joven.
Se hizo una dinámica de trabajo que consistía en compartir en grupos lo que habíamos trabajado de la prioridad del curso y sintetizar esto en las preguntas: ¿Qué me ha aportado? ¿Qué me ha hecho sentir? ¿Qué me pide? A continuación lo comentamos en plenario.
Fue emotivo ver dar el paso a militantes de uno de los grupos que estaba en iniciación durante tres años. Aportaron lo que había representado este proceso durante este tiempo y se les dio la bienvenida como zona.
Hacia las 12 h se valoró el curso y nuevos retos, compartiendo la vida de la zona a lo largo de este curso a partir de un resumen realizado por el pequeño comité aportación de los asistentes.
Después compartimos, iniciamos y debatimos la nueva prioridad de curso: LA FE EN JESUCRISTO, UN MOTOR PARA VIVIR Y COMPARTIR.
El día no acompañaba para ir a la piscina. Sobre todo los niños que tenían muchas ganas de bañarse. Por tanto paseamos y hablamos.
A la hora de comer, compartí la comida con uno de los grupos de mujeres. Muchas de ellas alrededor de los 74 años. Aquella mesa se convirtió en la mesa del Reino. La elaboración de diferentes platos hechos por ellas y el poder compartir con los demás.
Mujeres que a pesar de la edad que tienen están comprometidas, haciendo servicio al barrio, a la familia, Cáritas, parroquias, etc. Es sorprendente como siguen sacando fuerzas para estar atentas, y ser utilería para con las personas y a Dios, como dijo una de ellas.
Las personas sorprenden si estamos atentos a ellas.
A las 16 h celebramos la eucaristía con Isidre Ferreté, disfrutando de algunos testimonios de personas en iniciación.
Me llamó la atención una de las oraciones:
"Y cuando todo va bien, vamos a la iglesia más cercana y en el pie de un santo que sea de nuestra devoción te explicamos algunos meritos y en el cofre de enfrente colocamos algún céntimo.
Nosotros pedimos, pedimos, pedimos .....
Pero nunca preguntamos cómo estás.
Oh Dios! Yo prometo que voy a rezar de otra forma, voy a parar de pedir, y cambiar milagros por céntimos. Tal vez yo aún te pida una gracia pero antes voy a ver qué estoy haciendo bien y si nada bueno encuentro mucho me voy a avergonzar y todavía voy a pedir, pero perdón..”
Hace pensar ...
