Tres meses han pasado desde el estado de alarma. Hemos tenido que cambiar en este tiempo el ritmo de nuestra vida. Hemos vivido muertes muy cercanas, personas enfermas que no sabemos las secuelas que a algunas les quedarán, trabajos de mucho riesgo, teletrabajo, ERTE, ERE, paro y muchos más sufrimientos y angustias.
Los y las militantes de ACO durante este tiempo hemos intentado —y diría que con más ganas y fuerza que antes— estar atentas a los y las compañeras (llamadas, whatsapp, videoconferencias, emails...). Con las nuevas tecnologías de que disponemos y con más o menos dificultades, hemos podido acompañarnos, dar ánimos, sentir que estamos al lado de los que amamos desde la separación física. Celebrar la Eucaristía cada semana con Pepe Baena. Consiliarios y consiliarias que han ayudado con la oración, el Estudio de Evangelio, algunos grupos haciendo RdV.
Compartir miedos, dificultades, muchos interrogantes, incertidumbres y también esperanzas. Sentir con confianza al Dios Padre-Madre que muchas veces no nos puede evitar la caída, pero que nos levanta y nos sostiene en sus Manos llenas de su Amor, haciendo camino con Jesucristo que nunca nos deja solos y solas, Él nos conduce.
La Semana Santa como otros momentos de encuentro, trabajo y celebración nos ha costado tener que anularla, pero la situación nos obligaba y Pepe Baena nos ayudó a poder celebrarla desde el confinamiento.
Como Zonas/Diócesis han organizado reuniones, jornadas (todas telemáticamente), a las que he podido asistir. Algunas están ampliamente explicadas en la web y el e-boletín: Madrid «Cómo vivir la Resurrección» y el segundo encuentro «Amar la Madre Tierra Laudato Si», Baix Llobregat Primero de Mayo, Estudio de Evangelio, Comité de Zona, los dos Vallès Encuentro de la Pastoral Obrera, Lleida final de curso...
También la Reunión extraordinaria del Congreso del laicado (postcongreso), el Encuentro de Responsables, Comités Permanentes, Comisiones y preparando el último Comité General.
El Consejo de la Acción Católica organizamos el pasado sábado día 13 de junio una Jornada para acabar el curso —«Pensar el futuro desde una fe que compromete»— donde pudimos compartir vivencias de los y las militantes de los seis movimientos que convocábamos y que han sufrido la situación de la pandemia en los ámbitos de sanidad, educación, familia, infancia y cuidado de las personas mayores. También miramos el futuro que estamos obligados a trabajar y dar respuesta como creyentes que somos y uniendo fuerzas. Tienes en los enlaces:
· La oración preparada por la Comisión de Formación ACO y leída por la responsable Helena Antó;
· El testimonio del Luis Manuel Alonso;
· La ponencia de Carlos García Andoin.
El papa Francisco insiste en la necesidad de afrontar el mal del virus aplicando el antivirus y propone: la justicia, la caridad y la solidaridad. Si perdemos este tren, volveremos a la deshumanización donde estábamos.
Y acabo con el inicio de la nota que ha publicado Justicia y Paz «Lecciones de la pandemia: la necesidad de un sistema fuerte de protección universal e integral de la salud», con las palabras también del Papa del 27 de marzo de 2020: «La tormenta desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto aquellas falsas y superfluas seguridades con las que habíamos construido nuestras agendas, nuestros proyectos, rutinas y prioridades. Nos muestra cómo habíamos dejado dormido y abandonado lo que alimenta, sostiene y da fuerza a nuestra vida y nuestra comunidad».
Maria Martínez Rojas