Noviembre 11/Cèlia Santiago/
Este año se ha celebrado en Ávila, el Seminario y la Asamblea del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa. Este seminario se ha dedicado a los cambios en el mundo laboral y a cómo afectan éstos a los trabajadores y sus familias.
Al comienzo del seminario hubo dos experiencias de entidades de la ciudad, una de la PAH y otra de la JOC. El sábado disfrutamos de dos ponencias entre ellas una sobre el informe de Cáritas Europa, que nos habla del impacto que la crisis ha tenido en algunos países de Europa. Esta ponencia fue a cargo de Pedro Fuentes, miembro del equipo de estudios de Cáritas Española, fue muy amena y didáctica; y tanto él como Thomas Wllimann de la KAB de Suiza, nos empezaron a dar pistas para el trabajo que más tarde haríamos en los grupos de trabajo.
En el trabajo de grupos que tuvimos al medio día, se hizo patente que la pérdida de derechos tanto laborales como sociales que venimos teniendo desde la caída del muro de Berlín, se han agudizado con la mal llamada crisis. Esto ha llevado a la desesperanza a muchas personas debido sobre todo a la falta de trabajo y a la visión negativa que se tiene de cara a un futuro incierto debido a la gran transformación que está sufriendo el mundo laboral, en el que se cree que no habrá trabajo para todos. Todo esto salvando las diferencias existentes entre los países del Norte, del Este o del Sur. En este documento puedes consultar un resumen de las aportaciones.
Lo que más me sorprendió es que en un país como Chequia, donde el desempleo es de un 5%, la más baja de Europa, también existe una gran incertidumbre de cara al futuro y sus jóvenes también emigran, pero hacia el Oeste, y donde los trabajadores manuales (fontaneros, electricistas...), son prácticamente inexistentes y estos puestos de trabajo se cubren con personas provenientes de la inmigración.
Portugal, Italia y España coincidíamos con respecto al desempleo y sobre todo al paro juvenil, la falta de perspectivas para poder independizarse, lo que lleva a los jóvenes a emigrar hacia otros países generando mucho sufrimiento y desestructuración familiar, así como una gran parte de economía sumergida...
Con el resumen de todo lo que se trabajó en los grupos llegamos a una comunicación final como Movimiento de Trabajadores Cristianos.
Por la tarde tuvimos la oportunidad de visitar dos proyectos de Cáritas y tuvimos una mesa redonda con los sindicatos presentes en la ciudad: CCOO, UGT y USO, en la que nos explicaron la realidad de Ávila, que es aterradora: con un 20% de paro, con una industria de sólo una planta de NISSAN, el resto de la población vive del sector servicios y la industria agroalimentaria, muchos de los que trabajan en estos sectores ganan menos del salario interprofesional, 6 de cada 10 personas están en el paro y no disponen de ningún ingreso, por lo que hay una gran bolsa de pobreza que no se visualiza porque es una ciudad muy conservadora y nadie quiere que se conozca su situación. Esto coincidía con lo que nos habían comentado los miembros de la PAH y la JOC, que el día anterior nos hablaron de su experiencia.
En la Asamblea se aprobaron las cuentas del 2016 y el presupuesto del 2017. Como muchas entidades, el Movimiento Europeo y el Movimiento Mundial, están pasando un mal momento económico, llevamos dos años con un déficit que nos ha llevado a pasar verdaderas penurias para hacer frente a algunos pagos.
También se anunció que el presidente del Movimiento Europeo, Otto Meier, dejará su cargo el próximo julio, en el momento de la Asamblea Europea y Mundial, que es cuando son elegidos los miembros de las diferentes coordinaciones y el Buró del MMTC.
Si os gusta el tema internacional y os animáis podéis presentaros a cualquiera de estas candidaturas antes del mes de febrero:
MTCE: Presidente/a y miembros de la coordinación.
MMTC: Presidenta (el presidente sigue), Tesorero a y Consiliario.
