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ACO se adhiere a la campaña #NoalTTIP

Puedes firmar el manifiesto contra el Tratado en la web noalttip.org

Enero 11/Joan Andreu Parra/

El Acuerdo Transatlántico de Comercio y la Inversión (TTIP) que se está negociando desde junio de 2013 entre la Unión Europea y los Estados Unidos ha sido llamado por Hillary Clinton como la "OTAN económica" ya que, por su alcance, llegaría a concentrar el 54% del PIB mundial. El argumento para firmarlo es que el acuerdo facilitará la creación de riqueza y empleo al reducir los aranceles y facilitar los flujos económicos. Actualmente hay más de 2.000 acuerdos vigentes y este permitiría a los Estados Unidos, combinado con el Tratado Transpacífico (TPP), mantener la centralidad económica y geoestratégica.

¿Por qué hay tanta beligerancia en contra de este tratado? Hay precedentes como el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), que implica a los EE.UU., Canadá y México. El resultado es que en los 23 años que lleva vigente la parte más débil, obviamente México, ha perdido un millón de puestos de trabajo, las pymes han sido desmanteladas y el Estado prácticamente está fallido.

En los acuerdos de libre comercio económico también se puede ver cómo se aplica el derecho duro, ya que se prevén mecanismos efectivos para sancionar a los países que no los cumplen. En cambio, otros derechos como los previstos en la Declaración Universal de Derechos Humanos, corresponden al ámbito del derecho blando, ya que los incumplimientos no llevan aparejadas sanciones.

También despierta mucha prevención de estos tratados el riesgo real de mercantilizar incluso los derechos más básicos (como puede ser el agua, los alimentos, la enseñanza, la sanidad); cómo se están esquivando las emisiones contaminantes que están cambiando el clima adquiriendo compensaciones a países con menores emisiones; las prospecciones de gas y petróleo con técnicas invasivas como el fracking ante el agotamiento de las fuentes de energía sobre las que descansa la economía...

Las negociaciones del acuerdo se han llevado prácticamente en secreto por parte de comisiones negociadoras en las que no hay ningún organismo político ni miembro electo democráticamente. En las reuniones que se han llevado a cabo en un 92% han participado lobbistas y sólo en un 4% han participado representantes sociales. Hasta el momento se llevan unas once rondas negociadoras (un 30% del catálogo acordado) y se prevé que no podrán llegar a un acuerdo antes de mayo (entre medio será el proceso electoral en Estados Unidos).

El calendario previsto es que una vez que las comisiones que lo negocian lleguen a un acuerdo se llevará al Parlamento Europeo y al Congreso de Estados Unidos que lo deberán aprobar o rechazar, sin posibilidad de introducir enmiendas. Posteriormente, el acuerdo deberá ser ratificado en un período de dos años por todos los estados miembros. En caso de haber un estado que no lo ratificara, el acuerdo quedaría sin efecto.

La campaña #NoalTTIP quiere oponerse a la aprobación del tratado ya que consolida "los megapoders de las grandes empresas internacionales y afianza la economía financiera y especulativa que, en estos momentos, está multiplicando por 10 la economía real", explica Alex Guillamón, coordinador de la ong Entrepueblos y uno de los impulsores de la campaña en Cataluña.

Hasta el momento hay adheridas 100 entidades en Cataluña, entre las que está también ACO, y desde la organización nos recuerdan que "los ayuntamientos tienen un papel importante que jugar y los ciudadanos también tenemos algo que hacer". Por ello invitan a leer el manifiesto y si se está de acuerdo firmarlo en este enlace.

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