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Compartir un plato en la mesa con personas inmigrantes

Josep Moreno nos habla de su trabajo en el Proyecto Baobab de Cáritas Barcelona

Octubre 01/Joan Andreu Parra/A la feina

Nombre actividad / entidad: Proyecto Baobab Cáritas diocesana de Barcelona

Localización: Barcelona ciudad

Descripción: Espacio de encuentro para personas recién llegadas a nuestro país que sufren situaciones de pobreza y desarraigo. Vienen huyendo de situaciones de extrema pobreza de países en conflicto donde la vida vale menos que la bala con la que te matan. Europa, España y Barcelona son la tierra de promisión y una esperanza de futuro. Desde el proyecto se les ofrecen herramientas para conocer la sociedad de acogida.
Trabajamos todos los aspectos relacionados con la vida cotidiana: desde la comida, los aspectos lúdicos, la sanidad, el transporte, las cuestiones jurídicas relacionadas con la falta de papeles, también apoyamos a nivel psicológico el duelo que sufren por el hecho de la migración.

- ¿Qué papel juegas, qué función tienes, en esta actividad?

Soy el educador del centro.

- ¿Cómo te vinculaste y desde cuándo?

Estoy desde el año 2011. Perdí el trabajo y quise cambiar de trabajo. Dedicarme a cuidar de la gente más necesitada.

- ¿Por qué estás, qué te motiva a estar allí?

En primer lugar, hay que decir que es mi lugar de trabajo. Pero es el trabajo, de todos los que he tenido, que más me hace sentir vivo.

El contacto con la gente, el poder ayudar a que conozcan la sociedad de acogida y de rebote poder conocer otras realidades me hace ser un privilegiado, cada día me siento a la mesa con más de diez personas de diferentes países y compartimos comida y conocimientos. ¡¡¡Tú dirás si no es emocionante!!!

- ¿En qué te ayuda como persona y como creyente?

Me hace ser más consciente de lo afortunado que soy. No es necesario tener dinero para ser la persona más feliz del mundo, eso es lo que descubro cada día con las personas con las que comparto mi vida de cada día.

- ¿Qué experiencia de transformación social estáis haciendo?

Trabajamos cada día para dar oportunidades a las personas que parecen invisibles para nuestra sociedad. Se sufre racismo y xenofobia. El querer cuidar del refugiado está bien en las noticias y programas en la tele. Después si el inmigrante está en el portal de tu casa, enseguida hablan de delincuencia e inseguridad.

- ¿Cómo es valorada por los receptores, por los participantes, por el barrio?

Las personas que asisten al proyecto se muestran muy contentas por poder aprender cómo es la sociedad catalana y ver la realidad que les rodea por muy dura que sea.
Hay que decir que no hacemos llegar a la gente del barrio lo que hacemos porque no queremos que nadie etiquete a nadie.

Os enlazamos un reportaje que hizo el Arzobispado de Barcelona.

 

A la feina


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