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Amigas y amigos,
Quiero hablaros sobre la responsabilidad que asumí hará pronto cuatro años y animaros a decir que SÍ a la invitación que os hace Jesucristo para hacer un servicio a la ACO.
¿Y a qué os está invitando Jesús en el Movimiento?
La respuesta es sencilla, pero muy interesante, importante y estimulante:
- Mujer militante, te hago el regalo y tendrás el privilegio de representar a la ACO durante cuatro años junto con el presidente. No estarás sola en esta responsabilidad. Con los compañeros y compañeras del Comité Permanente, del Comité General, de las Comisiones, trabajarás en equipo, os daréis fuerza, apoyo y ayuda para el trabajo a realizar. Encontrarás oración, generosidad, paciencia, ilusión, confianza, esperanza...
- Celebrarás y compartirás gozosamente con muchas y muchos militantes jornadas, reuniones, encuentros, momentos de relación (presencial, whatsapp, telemática...), de sentir muy cercana la riqueza de la pluralidad (edades, compromisos, experiencias...), de vivir muy intensamente, con mucha amplitud y profundidad la pertenencia a un Movimiento evangelizador, que quiere ser fiel al Evangelio, a la clase obrera y a la Iglesia de Jesucristo.
- Vivirás las relaciones y el trabajo con otros movimientos, plataformas, entidades, algunas de otros países y continentes.
- Más importante aún, que siempre (y esto ya lo sabes), el Padre-Madre de Jesucristo te acompañará y con confianza sentirás que cuando te encuentres con limitaciones, cansancio, dificultades, dudas... Él te levantará y te seguirá llevando en Sus Manos.
En ACO, como movimiento de participación y democrático que somos, decidimos la necesidad de que haya presidente y presidenta. Sabemos la importancia de la presencia y compromiso de las mujeres en todos los ámbitos de la vida, también en la Iglesia que no se puede hacer sin nosotros. El Manifiesto de mujeres creyentes "Alcemos la voz" dice que: «Somos mujeres valientes y libres como las primeras comunidades cristianas y sobre todo que somos testimonios de la Buena Noticia de Jesús.» Podemos encontrar este papel importante de las mujeres, por ejemplo, en la escena en que María visita a Isabel (Lc, 1,39-56), en el texto del sepulcro vacío (Lc, 24,1-11) o en el saludo de Pablo lleno de nombres de mujeres en su carta a los Romanos (Rm 16,1-16).
Me gustaría saber expresar lo que he vivido como un servicio, como una riqueza. Aprender, sentirme interpelada, acompañada, valorada, amada y amando. En el momento de aceptar la presidencia de ACO, tuve presente que debía dejar o estar menos implicada en otros compromisos y actividades durante este periodo de tiempo.
He disfrutado mucho de esta experiencia que después de cuarenta años en el movimiento y decir varias veces que no era mi momento para asumir esta responsabilidad, oí el Espíritu de Dios que me decía: «medita, ora, revisa», y no olvides que, como dice el Documento de ACO n. 6 Ser responsable en ACO: «La ACO es una obra de Dios. Forma parte del Proyecto Liberador de Jesús. Y como Jesús llamó a algunos colaboradores a tirar adelante su Proyecto, hoy sigue llamando.»
Resérvate un tiempo para leer este documento que ayuda en este discernimiento: La llamada. Qué comporta: 1) Un acto de fe, 2) Una exigencia y un esfuerzo de coherencia, 3) Un servicio. Y también para hacer esta Revisión de Vida ante la propuesta de una responsabilidad.
Agradezco de todo corazón lo que he recibido durante este tiempo que ha pasado mucho y muy rápido y me despido con la confianza que tú, compañera, sentirás la llamada a hacer este servicio.
En este vídeo (en catalán) también te lo cuento.
María Martínez Rojas
Presidenta de ACO
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