Please enable JS

Vulnerabilidad y demencia. Retos y dificultades del acompañamiento

Vulnerabilidad y demencia. Retos y dificultades del acompañamiento

Diciembre 05/Joan Andreu Parra/

[Quico Manyós, recursos del Dossier Luzysal n. 18] La vulnerabilidad asociada a la demencia plantea retos y dificultades significativas en el acompañamiento de estas personas. Esta etapa compleja puede acarrear diversos desafíos tanto para la persona afectada como para sus cuidadores y familiares. Algunos de los puntos destacados incluyen:

 

  1. Pérdida de la autonomía:
  • La progresión de la demencia a menudo comporta una pérdida paulatina de autonomía para la persona afectada. Esta disminución puede generar sentimientos y frustración, requiriendo un acompañamiento para abordar esa transición.
  1. Comunicación difícil:
  • La demencia puede afectar a la capacidad de comunicación, generando retos para expresar necesidades y entender las interacciones sociales. Esto puede provocar frustración y desconexión, exigiendo métodos de comunicación alternativos y paciencia.
  1. Carga emocional:
  • Tanto los cuidadores como la persona con demencia pueden experimentar una significativa carga emocional. La angustia, la tristeza y la preocupación pueden ser frecuentes, necesitando soporte emocional y recursos para gestionar esta carga.
  1. Adaptación a cambios continuos:
  • La progresiva naturaleza de la demencia requiere adaptabilidad constante por parte de los cuidadores. Éstos deben hacer frente a cambios en las rutinas, comportamientos y necesidades de la persona afectada, exigiendo una flexibilidad emocional y práctica.
  1. Reconocimiento de la identidad:
  • Preservar la identidad de la persona con demencia es un desafío. La pérdida de memoria puede impactar su propia percepción y reconocimiento personal, requiriendo un esfuerzo consciente por mantener su individualidad.
  1. Presión económica y de tiempo:
  • El acompañamiento de personas con demencia implica a menudo una presión económica y de tiempo por parte de los cuidadores. La necesidad de dedicar recursos significativos puede generar estrés y afectar a la calidad de vida de los cuidadores.
  1. Manejo del comportamiento:
  • Los cambios en el comportamiento como agitación o agresividad son comunes en la demencia. El acompañamiento requiere estrategias específicas para manejar este comportamiento sin comprometer la seguridad y bienestar de la persona afectada.
  1. Estigma social:
  • La falta de comprensión de la demencia en la sociedad puede llevar al estigma social. Acompañar a una persona con demencia puede implicar educar el entorno social sobre esta enfermedad y defender la dignidad de la persona afectada.
  1. Recursos limitados:
  • En muchos casos, el acceso a recursos y apoyos para la demencia puede ser limitado. Esto puede generar una necesidad crítica de abogar por mejores servicios y recursos comunitarios.
  1. Toma de decisiones compleja:
  • El acompañamiento en la demencia implica tomar decisiones difíciles, como el tipo de cuidados, la planificación del futuro y otras cuestiones relacionadas con la salud y el bienestar de la persona afectada.

 

Enfrentarse a estos retos requiere un enfoque integral de la persona con una atención especializada, apoyo emocional y una red de recursos que aborde las necesidades tanto de la persona con demencia como de sus cuidadores.

Acompañar a la persona mayor con demencia desde el refuerzo de su identidad e historia de vida implica reconocer su singularidad a pesar de los desafíos cognitivos. A través de la empatía y comprensión de su historia personal, se puede construir una conexión significativa que preserva su dignidad. Este enfoque no sólo fomenta un ambiente más familiar para la persona con demencia, sino que también contribuye a mejorar su calidad de vida y su bienestar emocional en medio de los cambios que experimenta.