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Los ejes tercero (Como el Evangelio nos lleva a la conversión personal y como evangelizar hoy), cuarto (Cómo mejorar la organización y la implicación de la militancia) y quinto (El trabajo para la transformación tiene sentido hecho en red) de la encuesta también presentan en los resultados algunas constantes destacables. Por un lado, se es consciente del testimonio del hecho de pertenecer a la ACO, pero la mayoría de encuestados (53%) no ha invitado a formar parte del Movimiento. Ahora bien hay una clara apertura a acoger y acompañar nuevas incorporaciones a los grupos (91% de acuerdo).

En cuanto a los aspectos organizativos, han reunido amplio consenso las propuestas de reducir el número de documentos y reflexiones; socializar lo que se hace en zonas y grupos; potenciar el trabajo militante y vincularlo a proyectos concretos (no se apoya a cotizar más para liberar personas); el uso de las TIC para reducir la presencialidad de las reuniones; formar nuevos consiliarios; y revisar el funcionamiento por prioridades de los cursos.

También ha tenido un acusado apoyo (casi el 88%) el hecho de asumir que puede haber diferentes grados de implicación en el Movimiento ante la evidencia de que hay dificultades para asumir compromisos en el mismo Movimiento (la mayor dificultad ha sido el encaje con la familia, con un 67% de consenso). Del análisis del cuarto eje, también se desprende que no se ha puesto en cuestión tanto como se preveía la actual estructura organizativa ni la pérdida de vigencia del concepto "militante".

Por último, y con respecto al trabajo en red se prioriza la presencia en la Pastoral Obrera y los Movimientos especializados de acción católica. Aunque se abre un nuevo frente con un 79,6% de consenso a coordinarse con entidades cristianas de transformación. Y en cuanto a la visibilidad se pide pronunciarse más a menudo con voz propia y erigirse en una voz de denuncia dentro de la iglesia junto con la Pastoral Obrera.