«Ser presidenta de ACO es un servicio a una comunidad de vida con fe (y viceversa), y también un servicio a la Iglesia y al mundo obrero», afirmó Rafi Cáceres (presidenta en el periodo 2007-2011) en el Comité General del 23 de enero pasado. Ante la vacante de una mujer en la presidencia de ACO desde octubre pasado se invitó a las tres últimas presidentas del movimiento para que dijeran una palabra entorno a este servicio.
«Si el movimiento era tan decisivo en mi vida, si lo quería, el testimonio que Jesús nos pide está abierto. ¿Hago que crezca la Palabra de Dios en los demás o la guardo en la caja fuerte?», se preguntaba Montse Ribas, que fue presidenta en el periodo 2011-2015. Montse no dudó en indicar que ser presidenta de ACO «me ha significado un antes y un después» y observó que «quizás nos hemos puesto unos listones demasiado altos en ACO y, en cambio, tomamos responsabilidades fuera del movimiento».
La última presidenta, Maria Martínez (2016-2020) hizo hincapié en que ACO «como movimiento democrático y participativo decidió que la presidencia fuera de un hombre y una mujer» y subrayó «la importancia de la presencia y del compromiso de la mujer en todos los ámbitos de la vida, en la Iglesia también». Las tres coincidieron en que este periodo pasó muy rápidamente y que les permitió conocer muchas personas, sentirse queridas y valoradas y sentir el apoyo cercano de los equipos (Comité Permanente, Comité General, grupo de Revisión de Vida...).
Con posterioridad a estos tres testimonios, que pueden consultarse en este vídeo, se hizo un Estudio de Evangelio propuesto por el consiliario general, Pepe Baena, a partir de la parábola de los talentos (Mt 25,14-30). Algunos de los aspectos que surgieron a partir de las preguntas fueron:
Aprobación de las cuentas de ACO
La mejora de los ingresos previstos (especialmente por la vía de las subvenciones) y una reducción de los gastos considerable (ha sido un ejercicio singular, con menos desplazamientos por causa de la pandemia) han permitido cerrar el ejercicio 2020 con un pequeño resultado positivo, cuando la previsión había sido -7.300 €. En cuanto al presupuesto 2021, también se ha planteado un resultado 0, con un equilibrio entre ingresos y gastos. Estas fueron las cuentas que presentó Joan Comella, responsable de la Comisión de economía, y que fueron aprobadas por unanimidad en el Comité General. Durante febrero se enviará a la militancia un informe más detallado.
Desde la Comisión recordaron la conveniencia de hacer la Revisión de Vida de economía periódicamente en los grupos y empezar a trabajar la propuesta de Carta Económica. Igualmente, se remarcó el carácter solidario del movimiento en referencia a aquellos militantes o grupos que puedan estar pasando por dificultades económicas. En estos casos, hay que notificarlo a la Secretaría del movimiento para continuar manteniendo los derechos como militante aunque no se pueda cotizar. Y, por último, ahora que se acaba de presentar la declaración de donantes a Hacienda (aproximadamente un 65% de los militantes), se recomendó dar al movimiento la totalidad o parte de la desgravación fiscal.
En el Comité General del 13 de marzo próximo se votará el proyecto o proyectos a los que se destinará la aportación solidaria de ACO (1.000 €) y que son propuestos por las diferentes zonas y diócesis.
Velar por los y las militantes más mayores
En el encuentro del sábado también se anticipó que el movimiento quiere velar porque la militancia de más edad y con dificultades para seguir los encuentros de manera telemática pueda ser acompañada. En este sentido, se recordó que los próximos eventos son el Retiro (6 de febrero), abierto a todos y la Jornada de consiliarios (27 de febrero), a la que también se invita a participar a los y las responsables del movimiento.
En cuanto a la Semana Santa, no se celebrará de manera presencial en Can Bajona, aunque desde el Comité Permanente se está trabajando para que se pueda ofrecer algún espacio de oración y formación en formato telemático. Aparte, también se está viendo si se pueden establecer sinergias con otras entidades. Ya en tiempo de Pascua, la diócesis de Madrid está preparando una jornada formativa, Intercambio, que llevará por título Historias de muerte y resurrección.
Por último, se hicieron dos llamadas para que haya un/a representante de ACO en la Plataforma de entidades cristianas con los inmigrantes y Mujeres Alcemos la Voz, plataforma que reúne a mujeres de diferentes movimientos y comunidades de la Iglesia con el objetivo de reivindicar la igualdad y la dignidad de las mujeres en la Iglesia.