[Grupo Florida] Habíamos hablado con Jordi que este septiembre haría 50 años de su ordenación, pero no lo tuvimos muy presente hasta que faltaban tres días. Así que este día 21 de septiembre, y como hacemos muchas veces de encontrarnos desde que vive en la residencia, fuimos un rato a felicitarle. Pero, pensando que quedaba reducida la celebración y seguras que a muchas personas les gustaría poder compartir con él un hecho tan importante, se nos ocurrió que el mejor momento sería el sábado 25 por la mañana, que el grupo nos encontraríamos en la parroquia de San Ramón Nonato de Collblanc (l'Hospitalet). Al finalizar la reunión, algunas personas de tantas que habían tenido una relación con él (la mayoría habían formado parte de la JOC en los años 70 a 90), podrían felicitarlo.
Teníamos pocos días para prepararlo y con la ayuda de Luis Manuel Alonso, que formó parte aquellos años de la JOC, y que ahora es militante y consiliario de ACO, se ocupó de hacerlo correr. Nos juntamos más de 40 personas. Y ya podéis imaginar lo emocionante que fue para todos. Sobre todo para Jordi, ya que no se imaginaba una sorpresa tan inesperada.
Fue un rato sencillo el que vivimos, pero lleno de alegría, de agradecimiento y de estimación. Él decía "me tiemblan las piernas" y nos expresaba después que "ciertamente es mucho lo que hemos compartido en todos estos años y que nos hemos ido enriqueciendo mutuamente en cuanto a la fe y también en la vida. Habéis hecho posible que, tras más de 30 años, haya abrazado a muchos que llevo en el corazón... y mientras, seguiremos haciendo camino, dejándonos abrazar y acompañar por Jesús".
Compartimos algunos párrafos de la homilía que hizo en la Misa que presidió, el día de su 50 aniversario como sacerdote, a los compañeros de la residencia. Ciertamente, sus palabras para nosotros son muy importantes:
Y con el regalo de una pequeña barca de todos y todas queríamos simbolizar el agradecimiento a estos 50 años de fidelidad y compromiso con la clase obrera y ayudarnos en el camino de la fe y de la vida. Nosotros, como Pedro, queríamos seguir a Jesús navegando por las aguas entre inseguridades, fragilidades y muchos miedos. Y Jordi, desde esta realidad, nos ha enseñado a poner y apoyar nuestra mirada en Jesús, y nuestra existencia en las Manos de Dios y no en nuestros miedos y razones. Deseando vivir sostenidos y sostenidas por la confianza puesta en Dios Padre-Madre.
También con el calendario lleno de fotografías que plasman y que son como el recuerdo lleno de nombres y momentos vividos junto a Jordi. La más pequeña del grupo, Martina, de cinco años, con su dibujo dedicado quiso manifestar que también estaba muy contenta.