«Vivir la responsabilidad con alegría es la única manera de ejercer la responsabilidad para los cristianos», fue la tesis principal de Dani Jover Torregrosa, educador y emprendedor social, que desarrolló en el Comité General formativo que llevaba por título Vivir la responsabilidad gozosamente y que ACO celebró el sábado 23 de octubre.
El ponente argumentó que «responsabilidad y alegría no son un oxímoron» y abogó por superar la «tradición culpabilizadora del militantismo sacrificial en el sentido que asumir una responsabilidad es asumir cargas». «Una responsabilidad que te amargue, es una mala responsabilidad», concluyó. Probablemente, esta idea es la que aleja de la responsabilidad a muchas personas que prefieren no quemarse. Jover recordó el significado de responsabilidad, que es «la capacidad y la posibilidad de dar respuesta. Una respuesta que puede ser prefabricada o bien creativa, si la construimos».
El autor del último Vamos a fondo de ACO, contrapuso dos caminos a la hora de ejercer la responsabilidad: el clásico, con un liderazgo fuerte y autoritario (rodeado de rasgos tóxicos y patológicos como masoquismo, ansiedad, neurosis y obsesión) y el de la responsabilidad compartida. «El mejor ejemplo lo encontramos en el Papa y el colegio cardenalicio. Episcopus, a pesar de la degeneración posterior, nos dice que la tradición colegida es consustancial a la Iglesia», sostuvo. «En la tradición cristiana podemos encontrar el poder como servicio y cooperación o bien el poder como dominio e imposición», continuó.
«La responsabilidad es algo muy serio»
Jover quiso remarcar que «nuestra primera responsabilidad es al nacer: el hecho de ser protagonistas de nuestra vida y responsabilizarnos de vivir, de convivir, de tener una vida plena». En este sentido, invitó a «superar marcos ideológicos que nos llevan a pensar que la responsabilidad es sólo para unos líderes elegidos» y en «vivir la responsabilidad con gozo, como factor de alegría y no con preocupación y miedo».
El ponente, proclive a las tríadas, se ayudó del misterio de la Santísima Trinidad y la pericoresis (interpenetración de las tres naturalezas: Padre, Hijo y Espíritu Santo) para explicar la responsabilidad y propuso un doble triángulo: Solidaridad-Sobriedad-Interioridad y Respeto-Confianza-Cuidados. También usó algunos símbolos marinos para explicar algunos rasgos de la responsabilidad.
Finalmente, alertó ante tres tentaciones al asumir la responsabilidad: proyectar nuestra personalidad y marcar con estos rasgos el ejercicio de la responsabilidad; prescindir de la habilidad organizativa («la organización es la manera de hacer viable y realizable lo que es deseable»); y la desmesura, no tener un sentido del límite («las metas deben ser asequibles; hay una relación entre metas, métodos y medios adecuados»). Y concluyó: «El sentido de la responsabilidad es el arte de conjugar lo deseable con lo posible. La argamasa de este puente es Dios, sabernos obreros de la viña del Señor.»
El Comité General se inició con la oración que elaboró la zona del Vallés Oriental y se recordó la figura de la militante histórica del Baix Llobregat, Victòria Casas Rodríguez, que murió el 21 de octubre pasado. En el mismo encuentro se ha informado que los grupos podrán hacer las enmiendas a los nuevos Documento de Identidad, Normas de funcionamiento y Carta Económica que se han propuesto a través de unos formularios y se ha ampliado el plazo para hacerlo hasta el 19 de enero de 2022. Por último, se valoró positivamente la última Jornada General.
En el enlace está disponible la charla en formato audio:
En el enlace tenéis disponible el álbum de fotografías: https://flic.kr/s/aHsmX1P4Qd.