[Comisión de iniciación] Este año hicimos la Jornada de Iniciación en Sant Pau del Camp (¡un espacio fabuloso a tener muy en cuenta!). Invitábamos a participar a toda la militancia, simpatizantes y personas que quisieran conocer ACO. Poníamos el acento en el acompañamiento a las personas de nuestro entorno porque, como dice el Documento de Identidad: “Buscamos a Dios en la vida, en las personas que nos rodean. Las acompañamos compartiendo la vida cotidiana, la amistad, el testimonio y la experiencia de fe. Compartir todo esto es un deber de amistad y de amor.”
Iniciamos la jornada con un pequeño fragmento de la serie “Chosen”, donde veíamos el testimonio de uno que había sido curado por Jesús, y una que lo había visto, y lo comunicaban públicamente, contrastado con la actitud miedosa de los discípulos. Seguimos con una oración. A continuación, hicimos una dinámica en la que descubrimos que los miedos que tenemos cuando acompañamos a personas y queremos compartir la fe son comunes a todos nosotros. Son las sombras.
Luego llegaron los testimonios que ponían luz: el acompañamiento persona a persona que compartió Montse de la zona Besòs, la Revisión de Vida Abierta que nos contaron desde Madrid y Lucía explicó las experiencias de fe compartida en familia donde cada uno encuentra su espacio.
A partir de ahí, Pepe Rodado hizo una recopilación y nos hizo reflexionar. Nos dijo que la iniciación es una inquietud que resuena, que está apareciendo en muchos espacios (el Consejo, el encuentro de responsables...). Nos recordó, a raíz de la dinámica de los miedos, que las palabras más repetidas de Jesús en el Evangelio son “No tengáis miedo”. Tenemos una mochila de miedos grandes. Es necesario generar espacios de confianza para facilitar que salgan los acompañamientos a fondo, desde la fe. Habló de que la iniciación no es "salir de caza", lo que queremos es compartir la vida, la fe. Remarcó la importancia de la gratuidad, no buscamos la eficacia (en ACO de Madrid sobre la RdV Abierta a menudo dicen “No sabemos hacia dónde va esto”). Hay que saber que los procesos son lentos y no los dominamos; llevan el tiempo de las personas.
Seguidamente hicimos grupos en los que compartimos muchas experiencias de acompañamiento, de vida. Acompañar nos hace sentir vivos. ACO nos enseña que somos militantes las 24 horas y que orar se puede orar por todas partes. Se expresó agradecimiento a las personas que hemos acompañado y a las que han pasado por nuestras vidas porque, al fin y al cabo, reconocemos que el acompañamiento es mutuo. Agradecemos también a quienes han abierto camino y han sido testimonio. Primero es necesario acompañar en la vida antes que acompañar en la fe. Y es en la vida que ya encontramos a Jesús (la dignidad, el respeto, las reivindicaciones).
Finalmente pusimos en común lo que había salido en los grupos y nos despedimos con la canción de Pau Donés “Eso que tú me das”, como canto de agradecimiento.
La gran mayoría de las personas que participaron en la jornada eran militantes veteranos, ¿son ellos los que tienen más clara la importancia de la iniciación? Ellos han "picado piedra" y vinieron con los deberes hechos.
Creemos que la iniciación a ACO es una responsabilidad de todos. Cada militante es iniciador. ¡Hagámoslo posible!