Una vez más, desde la Comisión de Formación, hemos hecho una selección de fragmentos del documento de ACO número 21, Pablo, el apóstol de Jesucristo, de Jordi Latorre:
- Pablo era natural de la metrópoli de Tarso en la provincia romana de Cilicia, en la Turquía actual, era de cultura urbana. Desde este punto de vista, la diversidad respecto a Jesús de Nazaret y sus primeros discípulos no podía ser mayor.
- Pablo escogió combinar la acción misionera con el trabajo manual, para facilitar la aceptación del mensaje evangélico, ofrecido gratuitamente y de forma desinteresada.
- El acontecimiento de Damasco (conversión de Pablo) fue una experiencia real y única de Cristo resucitado, experiencia que le cambió radicalmente los valores religiosos y personales a Pablo, convirtiéndolo de encarnizado defensor de los valores más puros del fariseísmo de la época, en profundo enamorado de Jesucristo y valiente misionero de su evangelio.
- El evangelio de Pablo no fue proclamado en forma de relatos sobre lo que Jesús dijo o hizo (género literario evangelio), sino que, para él, el evangelio es Jesucristo mismo. Al modo de los antiguos profetas, se consideró predestinado por Dios para esta misión, desde el seno materno, y se dedicó al evangelio como una valiosa posesión. Se hizo servidor del Evangelio y experimentó una gran necesidad de proclamarlo.
- La imagen histórica que podemos reconstruir de Jesús a partir de la tradición evangélica no está presente en el evangelio paulino: a Pablo no le interesa la vida ni las enseñanzas de Jesús, sino su muerte y resurrección.