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El pasado 8 de febrero murió Miquel Juncadella (Barcelona, ​​1921), uno de los fundadores de ACO y que también fue presidente del Movimiento en 1965. En este escrito de Jaume Ribas y Manolita Olmo se glosa la figura de Juncadella:

Miquel Juncadella, cofundador de la JOC y promotor de ACO en Barcelona

Miquel Juncadella, casado con Núria y padre de tres hijos, murió a los 95 años el día 8 de febrero de 2017. Fue uno de los fundadores de la Juventud Obrera Cristiana en Cataluña y en 1954 fue uno de los promotores de Acción Católica Obrera en Barcelona.

Participó en congresos internacionales del obrerismo católico y fue uno de los fundadores de la Editorial Nova Terra. Publicó Reflexions sobre la cultura (1961) y Espiritualidad de la pobreza (1965).

Trabajó de perito industrial. En 1945, el padre Cortinas lo puso en contacto con el OCPD (Orientación Católica y Profesional) y con otros antiguos militantes de la federación de jóvenes cristianos.

En el barrio de Sants, junto con otros militantes como Lleonard Ramírez, Jaume Ribas, Josep Castaño, Carvajal Rigual, mosén Casas... fueron los primeros que comenzaron a iniciar grupos de la JOC.

En 1950 asistió al Congreso de la JOC en Bélgica en representación de la JOC de Barcelona y mantuvo contactos con la JOC francesa.

Juncadella, rápidamente, fue responsable de la sección de Sants. Comenzó a hacer el Boletín de ACO y a confeccionar un calendario de la JOC que se repartiría por las fábricas.

Miquel ha sido siempre muy acogedor; él y su familia abrían las puertas a los jóvenes que se encontraban en su casa. La verdad es que su mirada y su actitud de persona sencilla, acogedora, discreta, silenciosa, humanitaria, fue un testimonio y referente para todos nosotros.

Transmitía tanta bondad que ayudaba a que todo el mundo se sintiera partícipe y querido.

En 1954 comenzó en la ACO, donde estaban todos los militantes que venían de la JOC. Fue el primer presidente de ACO. Estuvo en constante contacto con el abad Escarré y con el Abbé Marechal, consiliario de ACO en Suiza.

En 1969, por problemas relacionados con la editorial, fue detenido e interrogado en su domicilio. Vivió en propia piel como le robaban su dignidad como hijo de Dios.

Dentro del Movimiento, fue escogido como tesorero y contaba el dinero que se recogía y elaboraba los presupuestos en solidaridad con las víctimas de las represalias del régimen franquista. Este dinero se llevaban a los hogares de las familias que tenían alguien en prisión.

Le damos todo nuestro agradecimiento como amigos que hemos sido, durante tantos años, en que hemos compartido tanta vida.

Por todo lo que ha sido para nosotros y para muchos y muchas militantes, me atrevo a decir un verdadero profeta.

Nos has dejado Miquel: una pequeña semilla que plantaste en su momento dio y sigue dando sus frutos, mientras vivas con nosotros nos dará fe, fuerza, valentía, compromiso, coraje... y, sobre todo, amor y acogida como tú lo hacías con nosotros.

Danos la luz y la fuerza para dirigir nuestras vidas, como Jesús nos dijo: "No tengáis miedo, yo estoy con vosotros." Tú continuarás para siempre entre todos, hasta que nos volvamos a reencontrar y abrazar.

Nada más, decirte gracias Miquel, amigo, querido, ¡¡te recordaremos siempre!!

Jaume Ribas y Manolita Olmo, militantes de Sants