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Èrika Fabregat, Jaume Gubert (militante de ACO) y Pepe Rodado (consiliario de ACO) son el equipo que forma el secretariado de la Pastoral Obrera de la diócesis de Barcelona (POB). Este curso se ha trabajado a fondo sobre la precariedad laboral y como la respuesta a esta situación debe ser la lucha por el trabajo digno y decente. Frente los indicadores macroeconómicos que apuntan una recuperación en el empleo destacan que "se está saliendo de la crisis, a costa de eliminar el trabajo decente. Debemos reivindicar que esto que se vive como normalidad, no está bien, no es lo correcto: la precariedad es una realidad, pero no es justa".

Este curso pasado la POB ha ido incrementando su presencia dentro y fuera la Iglesia participando en el Consejo Pastoral Diocesano y en la Plataforma por una ILP por la Renta Garantizada Ciudadana, entre otros.

La Pastoral Obrera tuvo una fuerte incidencia en los años 60 y 70. ¿Cuál es su papel ahora en un contexto económico desindustrializado y de progresiva precarización?

Hoy representa la acción conjunta de los militantes cristianos en el mundo obrero, movidos por la fe a llevar a Cristo al conjunto del mundo obrero y popular. Representa una toma de conciencia en su entorno afirmando que hay esperanza para cambiar la realidad porque Dios nos llama a hacerlo. En este mundo tan precarizado actualmente hace una apuesta por la defensa del trabajo decente para todos.

Recientemente se han celebrado los 20 años del documento 'La Pastoral Obrera de toda la Iglesia'. Un documento serio, profundo y consensuado, pero prácticamente a estrenar. ¿Qué habría que hacer para irlo materializando?

El documento aclara y sitúa claramente nuestra misión como militantes obreros cristianos. El primer paso sería que todos los y las militantes obreros cristianos lo conocieran, por tanto leerlo. A partir de aquí se puede hacer una difusión dentro y fuera de la Iglesia. Si nosotros asumimos este documento como nuestro es probable que otros entornos de Iglesia lo puedan asumir, pero si no empezamos por nosotros mismos poco hay que hacer.

La pastoral obrera es de las más transversales, ya que prácticamente todo el mundo es trabajador. ¿Los obispos y sacerdotes son suficientemente sensibles a esta realidad pastoral?

Una minoría son muy conscientes y muy sensibles. El resto no, aunque el documento mencionado antes es un documento asumido por toda la Iglesia. La responsabilidad de que sean sensibles es nuestra, del conjunto de militantes que formamos parte de la Pastoral Obrera.

¿Cómo es la conexión con los movimientos especializados de Acción Católica?

Los movimientos que forman parte de la Pastoral Obrera suelen también estar coordinados a nivel de Acción Católica especializada, depende un poco de cada diócesis.

Los Equipos de Pastoral Obrera que actúan en las parroquias son muy reducidos en efectivos y poco conocidos. En la diócesis de Barcelona sólo hay en Badalona, ​​Barcelona-Sant Andreu y Sant Adrià de Besòs. ¿Qué se podría hacer para revitalizarlos?

El EPO de Badalona ya tiene un recorrido de 20 años y ahora publica un libro con las acciones que ha realizado. El EPO de Sant Andreu hace 12 años que está en acción. Y recientemente en Sant Adrià ha nacido otro. Para promover nuevos EPOS hace falta la implicación de militantes obreros cristianos que junto con otros cristianos del entorno parroquial o arciprestal quieran ponerse en acción a partir de sus inquietudes. Depende en gran parte de todos nosotros.

¿Que pedís desde la POB a ACO?

- Promover el conocimiento del Documento «La pastoral Obrera de toda la Iglesia».

- Participación e implicación en la Pastoral Obrera, hay muchas maneras de hacerlo.

- Ir a una visión más allá del propio grupo o del propio movimiento, asumir un sentido eclesial de Pastoral Obrera.