Este momento que vivimos como ACO nos lo hemos tomado como crucial. Estamos en un tiempo más o menos largo, en un cruce de caminos donde nos hemos comprometido a hacer la Revisión de Vida de nuestra entidad, para abrir ampliamente los ojos y vernos: en la situación actual de la sociedad, la de la Iglesia, la nuestra específica de cada militante, la de la organización concreta que nos permite funcionar... y todo esto lo hacemos sin perder de vista los fundamentos y la historia que constan en el Documento de Identidad y en otros documentos ya existentes. Después juzgaremos y decidiremos qué caminos de actuación dibujamos para nuestro futuro como Movimiento de ACO.
Hasta ahora hemos rellenado una encuesta para decir nuestra opinión. Lo que personalmente ya puntuamos y opinamos, se ha recogido, analizado y valorado durante los días 21 y 22 de enero en el Consejo Extraordinario. El grupo que prepara el XI Consejo está dando forma a la recopilación para que llegue a los grupos para continuarla y llevarla, ahora sí, al Consejo. Allí nos marcaremos qué queremos ser y dónde queremos ir en el futuro.
Paralelamente a nuestra movida de ACO, como movimiento participamos los días 12 y 13 de enero en París en el encuentro de los militantes europeos que hacemos Revisión de Vida (MTCE: Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa). En este encuentro nos explicamos cuál era la actualidad de nuestros movimientos europeos y trabajamos para ver cuál debe ser la participación en el seminario del MMTC (Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos) que se celebrará en Ávila el próximo mes de julio. Puedes leer el resumen aquí.
Y el pasado sábado 28 de enero se realizó la jornada de Apostolado Seglar de Cataluña con el título "Comunidades laicales y comunión diocesana". La ponencia la hizo Joan Planellas y después hubo una mesa redonda. Uno de los participantes fue nuestro compañero Josep Anton Belchi de Lleida que nos representó. También puedes leer su aportación aquí.
La participación en estos encuentros es una parte importante de la vida del movimiento y, como tal, consta en el Documento de Identidad. Estos encuentros nos enriquecen y nos dan una visión de iglesia universal. Personalmente, pienso que los deberíamos aprovechar más y hacernos más presentes sobre todo en las de proximidad física, como las de la Pastoral Obrera de cada diócesis, o las del Apostolado Seglar, así como las parroquiales.
Que tengamos militantes que nos representen en los seminarios de los MMTC o las del MTCE o en las bilaterales con movimientos hermanos como ACO de Francia o la LOC de Portugal, también nos enriquece y ayuda a sentirnos dentro de este apostolado mundial; por tanto, os pido que lo valoremos, lo favorezcamos y lo agradezcamos. Es necesario que haya militantes dispuestos a mantener estas relaciones. Somos movimiento, somos Iglesia.
¡Que Jesús ilumine a cada grupo para hacer un buen trabajo por el Consejo!
Jesús Jiménez, presidente